Seguidores

lo que defiendo, lo que muchos defendemos, no es un nacionalismo pelotudo... sino un par de ideas, resignificadas hoy, libertad e igualdad... ideas profundamente mestizas aquí en Abya Yala, y aunque respeto toda otra posición cultural-política, creo, sinceramente, que es desde esta Gran Tierra, unidos, en comunidad, aceptando profundamente nuestra realidad mestiza -el uno- es que el Abya Yala florecerá... y que todos los enormes esfuerzos de Occidente por destruirnos, por separarnos, por vulnerarnos y conquistarnos, demostrarán inversamente la magnificencia de nuestra sonrisa, de nuestro futuro... por los Padres Libertadores del Pasado, Por los Hermanos Libertadores de Hoy, por Nosotros y los que Vienen... SUMAQ KAWSAY!... y eso tal vez parezca anárquico...pero tal vez esta anarquía sea un nuevo orden... opuesto al actual, sin dejar de reconocer lo alcanzado... por todos...

domingo, 1 de julio de 2012

Mensajes.

por Lucas Carrasco

Pasaron los terratenientes, la CTA Blue, los cacerolos, pasaron los Moyono y, sin embargo, el kirchnerismo no pudo movilizar nada.
Cierto, ponele, que no quiso. 
Hubo actos, sueltos, sin poner la carne en el asador. Digamos. Tampoco, podría haberlo hecho. 
¿Por qué?
Por parecidas razones estructurales que posibilitaron un golpe de estado en Paraguay. No hay confianza en la movilización de los sectores populares. Se les teme. Por eso, mientras la realidad no joda, hay tantos papanatas amateurs embarcados en la guerra semiótica contra Clarín, donde, lo importante, ya se jugó. Y ganamos. Ahora viene la etapa de los abogados y los contadores. La guerra comercial. Del empresario que se quede con el botín de guerra, ¿o es que acaso una cooperativa se va a quedar con Canal 13 y Radio Mitre? Yo, hasta acá llego, de todos modos, sobran boludos que miran para otro lado, como si la etapa no hubiera cambiado y ahora, los significados de luchas pasadas, no estuvieran inmolándose en guerras comerciales ajenas a los intereses nacionales y populares. Nacionales, por que le vamos a sacar a Clarín pero no a Telefónica, populares, por que ya se vio qué viene en vez de, por ejemplo, Hadad. Cristóbal López. ¿La lucha, entonces, no valió la pena? Sí, obvio y debe proseguir, antes como ahora, por la libertad de expresión. Que incluye las líneas editoriales que nos desagradan. Pero, cambió la etapa. Eso quiere decir que, llanamente, a este barco se subieron oportunistas de toda calaña. Si total, se puede hacer plata. 
Todos los sectores que se movilizaron estas semanas contra el kirchnerismo, y lo hicieron con consignas a su derecha, notaron que el kirchnerismo está desmovilizado. Pero, fuerte. No apostaban tanto a la escena inmediata cuanto a lo que pueda suceder a mediano plazo. 
Hay que prestar atención. 
El diario Crónica, para el que trabajo en negro y sin que me paguen a tiempo, aumentó un 20% hoy el precio de tapa. Lo supe, hoy, cuando fui a comprarlo. Las empleadas de limpieza del Ministerio de Trabajo de la Nación, están en negro. Los cigarrillos que compré, en el mismo viaje, aumentaron, también. El kilo de pan, me cuenta uno de mis hermanos, se fue al doble por el paro del campo en Entre Ríos. Lapegue anda bien, con el prende y apaga. No se consigue garrafa de gas, ésa que pagan hasta 20 veces más caras los pobres. A diferencia del barrio de Palermo, donde libramos la lucha semiótica. ¿Cómo va el último parte de guerra? 
A mi amigo Ernesto, en Rosario, lo suspendieron de la fábrica. La crisis de la balanza comercial. Los peruanos de la verdulería de a la vuelta, dejaron de comprar ciertas cosas a los bolivianos que le llevaban al mercado central, en especial, las verduras más baratas, por que al barrio, dejaron de venir algunos cartoneros. Se usa menos papel. En Jefatura de Gabinete, en cambio, no se nota. Ahí se sigue tirando la misma cantidad de papel, en el anexo, donde se juntan los perdedores del modelo, en la puerta, la manada -ya no pertenecen, de tan degradados que están, a la condición humana- que recolecta la basura. Para el negocio, el único industrializado del puerto, de los sindicatos, el lumpenburguesariado, los funcionarios forros, los intendentes del conurbano, las distintas mafias de la droga, el negocio redondo de la basura. Es todo muy lindo. 
¿Qué país miran mis amigos en el gobierno? 
Uno que está en lucha contra los titulares.
Donde, perfectamente, se puede vivir con 80 años y 1.800 pesos de jubilación. ¿Es lo que la derecha llama relato? No, no pueden nombrar tres, sólo tres acciones de gobierno rescatables, de Macri, de Binner, de Scioli, de De La Sota. Del kirchnerismo la misma derecha reconoce arriba de 10 acciones de gobierno. 
Es un problema de resignación. De anteojeras. De aburguesamiento. Es un problema, obviamente, de clase. Los movimientos sociales ya no están en el gobierno. Nadie sabe un carajo, entonces, cómo se vive en la Argentina, fuera de los microclimas.
Los créditos, a tasa negativa, a los jubilados, son la mejor noticia de los últimos tiempos. Hay que implementarlos, claro. Pero con que se haga el 10% ya tendrán un impacto fuerte. Es por ahí. Los alimentos escasean, crece, en los mercados centrales y terminales, el comercio en negro, no de dólares, sino de harina.  Harinas truchas, con formas de aceites, para no pagar tanto IVA. Los alimentos suben, captando las mejoras en los sectores populares.
¿Nadie avisa estas cosas, viven la fantasía de Polémico Moreno, de las Milanesas para Todos, cómo es la cosa? 
No sé. 
Juro que estoy perplejo.
Por que, además, las reacciones al gobierno son por derecha. 
Los sectores populares, directamente, no se movilizan. O van a desgano. No viven los microclimas K, no los contradicen, tampoco tienen con quién negociar mejoras, excepto con intendentes, concejales, gobernadores. Con los cuales el kirchnerismo después se pelea. Y quedan todos en el medio, mirando.
Hay crisis. 
La sufren los que menos tienen. 
Hay reacciones desde el gobierno, en cuidar el empleo, hacer control de daños, hubo, tiempo atrás, acciones para bajar la informalidad laboral, ya no las hay, están en la internita. El plan Argentina Trabaja, que emplea en negro y bajo condiciones discutibles a excluidos del modelo, funciona. Es un paliativo. Un cacho de realidad. Las políticas jubilatorias, universalizadas desde el kirchnerismo, se van ampliando y complejizando. En salud ya no se hace más nada. En Educación, menos. En Cultura, está el programa de TV bizarro de Coscia, un ñoqui que administra los caprichos de viejas putas de Recoleta. Claro que lo hace a lo bocón, entonces parece. Todo parece.
Las obras públicas perdieron impulso. El plan de viviendas reavivó expectativas. Para la gente que duerme en la calle, no hay nada. Les queda dios. ¿Se puso en marcha el plan de viviendas, al final?
Debo estar loco, por que imagino otro país. 
La yerba, después de Polémico Moreno, jamás bajó ni cerca de lo que estaba antes. Tampoco los fideos, el arroz, el aceite, el jabón, los pañales, los ladrillos, la ropa de bebé. 
Está trabada, en buena medida por la falta de formación política y voluntad de lucha en lo real de la militancia K, la redistribución de recursos entre el puerto y el gobierno federal, medidas históricas que por fin un presidente se atrevió a poner sobre la mesa. El riesgo es que pase la crisis y todo haya quedado como está. Bueno, algo se avanzó. Llama la atención cómo se mean en los pantalones los burócratas del Instituto Dorrego cuando se cuela la realidad: ¿qué hacer con los subtes? ¿No hay posiciones históricas que defender en la decisión de Cristina de traspasarlos? ¿Cómo analizar -sin decir boludeces, para eso ya está Diego Bossio- la Asignación Universal por Hijo, el actual salario móvil y primer política de integración nacional y popular desde el primer Perón? ¿No hay que salir a decir que está muy bien eliminar los subsidios al transporte y la energía del puerto?
No paro de ganarme amigos.
Pero es que, quizás, vemos otro país. 
Uno dónde el aumento regresivo de la mersa del ministerio de economía -oh, los judíos marxistas- del monotributo no sólo da por descontado que el sistema impositivo conservador se mantendrá, sino que da cuenta de la improvisación, al ceguera y la nimiedad de estos chicos bien capaces de sacarse un ojo para ser directores de multinacionales. En representación del estado. Ahora. Mañana, quién sabe. Ya vi esta película. 
O no. Quizás estoy equivocado. Aburrido. Harto. Cansado. O con ganas de pelear. No sé. La trampa es que los acosos al gobierno vienen por derecha. Pero hay que mirar, para nuestro lado, la apatía también es un mensaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario