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lo que defiendo, lo que muchos defendemos, no es un nacionalismo pelotudo... sino un par de ideas, resignificadas hoy, libertad e igualdad... ideas profundamente mestizas aquí en Abya Yala, y aunque respeto toda otra posición cultural-política, creo, sinceramente, que es desde esta Gran Tierra, unidos, en comunidad, aceptando profundamente nuestra realidad mestiza -el uno- es que el Abya Yala florecerá... y que todos los enormes esfuerzos de Occidente por destruirnos, por separarnos, por vulnerarnos y conquistarnos, demostrarán inversamente la magnificencia de nuestra sonrisa, de nuestro futuro... por los Padres Libertadores del Pasado, Por los Hermanos Libertadores de Hoy, por Nosotros y los que Vienen... SUMAQ KAWSAY!... y eso tal vez parezca anárquico...pero tal vez esta anarquía sea un nuevo orden... opuesto al actual, sin dejar de reconocer lo alcanzado... por todos...

jueves, 19 de julio de 2012

Lilian Soto: “La destitución de Lugo busca quebrar la consolidación de un proceso político que estaba sentando las bases para una transformación social”

Entrevista a la ex-Ministra de la Función Pública de Lugo y candidata a Presidenta del Paraguay por el Movimiento Kuña Pyrenda

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Reportaje de Jorge Makarz y Telémaco Subijana
Entrevistamos en exclusiva a Lilian Soto, Ex Ministra de la Función Pública en el gobierno de Fernando Lugo y candidata a Presidenta del Paraguay por el Movimiento Kuña Pyrenda. Doctora en Medicina y Cirugía (Universidad Nacional de Asunción) y Máster en Políticas Públicas y Administración (Ohio University), es una reconocida investigadora y consultora internacional en temas de salud, género y política públicas. Militante feminista y activista por los derechos humanos, analiza la destitución del Presidente Fernando Lugo y el accionar de Federico Franco en el ejecutivo. También menciona los principales avances y cambios ocurridos en Paraguay durante los últimos 4 años, reflexiona sobre las características de la cultura política paraguaya que explican las dificultades para avanzar en la lucha contra la desigualdad social y describe las principales líneas de acción que propone el Movimiento Kuña Pyrenda*. Leer más.
¿Cómo analiza la destitución del Presidente Fernando Lugo, que ha tenido la firme reacción en contra de los países de América Latina?
Desde mi punto de vista, y tal como piensan muchos sectores políticos y sociales, lo sucedido en Paraguay el 22 de junio fue un golpe. Fue una toma repentina del poder por parte de un grupo reducido, es decir, élites políticas representantes de sectores fácticos que vieron la oportunidad de acceder a cargos sin fundamentos, a través de la figura del Juicio Político -que está en la Constitución- pero sin los contenidos previstos. El Juicio Político fue llevado adelante por el Congreso paraguayo sin los elementos básicos necesarios: una comisión razonable, el derecho a la defensa, los plazos de ejecución sumaria. Como consecuencia de esto, Paraguay sufrió un golpe con nuevo estilo tal como viene sucediendo en el resto de América Latina. Algo similar ocurrió en Honduras con la diferencia de que allí hubo un componente más: la participación de elementos armados.
En este contexto, lo que ocurrió el 22 de junio fue resultado de un tiempo de preparación de sectores de derecha y conservadores que querían deshacerse de un Presidente que les resultaba una molestia. Ese es nuestro análisis y a partir de este escenario ha comenzado un proceso de denuncia y resistencia –en el país y en la región- ante el actual gobierno de facto.
¿Qué ha ocurrido luego de la destitución del Presidente Lugo?
Por una parte, hay un proceso de resistencia de diversos sectores. Esta resistencia se sostiene con distintas acciones que incluyen la denuncia y la concientización en la propia sociedad sobre que lo sucedido en Paraguay no fue algo “normal”. Esto es importante de resaltar porque muchos sectores intentan hacer ver que “aquí no ha pasado nada”, que solo se trata de una sucesión presidencial. Esto no fue así y tampoco se debe dejar de tener en cuenta todo lo que estaba pasando anteriormente en cuanto a distintos elementos que propiciaban el golpe. En este contexto, el gobierno de Franco no tiene la legitimidad por parte de la ciudadanía de nuestro país y, como consecuencia, ha habido una reacción desde estos sectores conservadores para que la gente calle lo que piensa. Se disputa a nivel del imaginario y también a través de una serie de expresiones que hacen a todo aquello que implique tratar de denostar contra la izquierda, contra todo lo que hace a un pensamiento progresista. Por su parte, a nivel de las instituciones públicas hubo un discurso que indicaba la supuesta continuidad con todos los proyectos ya existentes, cosa que se contradice con el supuesto mal desempeño del gobierno de Lugo, que fue usado como excusa en este proceso de derrocamiento. Hoy vivimos un proceso de barrida de las personas de izquierda al interior de las instituciones públicas. En este contexto, nos encontramos solo a cuatro semanas del golpe institucional y seguramente tengamos nuevas cuestiones vinculadas que atender.
¿Cuáles han sido los principales cambios y avances que se dieron en Paraguay durante la presidencia de Lugo?
Considero que, durante estos cuatro años, el gobierno encabezado por el Presidente Lugo si bien tuvo algunas dificultades para llevar a cabo transformaciones más radicales, sí se pudo empezar a sentar las bases para toda una serie de aspectos que hacen a las modificaciones de todas las desigualdades sociales que existen en nuestra sociedad. Por supuesto tampoco se deben dejar de destacar otros aspectos como el económico, en donde los resultados están a la vista: se registraron los mejores indicadores en varias décadas, con un notable aumento del producto bruto y de la inversión, manteniendo el equilibrio en la balanza de pagos.
Pero si bien se lograron resultados macroeconómicos muy importantes, en el marco de un gobierno con un claro pensamiento en favor de terminar con las desigualdades, la apuesta fundamental fue la reducción de la pobreza y el inicio de un proceso de redistribución de la riqueza. Por supuesto que en algunas áreas hubo problemas. Un ejemplo tiene que ver con el problema de las tierras, que es un elemento clave. Esto recién se estaba empezando a discutir; se estaba haciendo un análisis de todo lo que implicó la acumulación de tierras mal habidas en manos de un pequeño porcentaje de personas y su contrapartida, la gran cantidad de la población excluida del mayor medio de producción. Entonces, si bien había problemas en este sentido -y estábamos en el inicio de un proceso para atenderlo-, con otras políticas públicas las cuestiones fueron muy claras en el sentido que había asumido la conducción de este proceso. Si bien sería largo de explicar, caben destacar tres aspectos en los que se ha avanzado mucho en relación a terminar con las desigualdades. El primero tiene que ver con los cambios al interior del Estado, cuestión que tuve la oportunidad de trabajar como Ministra de la Función Pública. Se desarrolló un proceso de profesionalización del empleo público, de elementos claros de acceso igualitario y se desarrollaron mecanismos de ingreso que no contemplan la afiliación partidaria. Es decir, se buscó terminar con aquellos aspectos que hicieron que dentro del sector público paraguayo solo se encuentren personas afiliadas al Partido Colorado y personas no indígenas -que no tenían ninguna posibilidad de acceso al Estado. Entonces, durante el gobierno de Lugo, se llevaron adelante políticas igualitarias, de inclusión y no discriminación en el sector público. Este fue uno de los aspectos claves y los resultados son muy concretos. Siendo que antes no había concursos públicos, hoy hay más de 16.000 personas que ingresaron a trabajar al sector público a través de este canal que implicó la construcción de un sistema integral.
Un segundo aspecto tiene que ver con la salud. En estos últimos cuatro años ha habido una importante inversión en la atención primaria y se ha establecido la gratuidad del sistema público de salud. En este sentido, estos cambios permitieron la inclusión de más de 2 millones de personas al sistema público de salud. Siendo que en Paraguay el porcentaje de personas con seguros social es muy pequeño, se trató de un logro importante en dirección a ampliar el derecho a la salud. Y en esta línea, también un tema clave tiene que ver con la incorporación de las mujeres trabajadoras domésticas al seguro social en todo el país.
Por último, las políticas de protección social estaban siendo coordinadas en el marco de lo que se llama el Gabinete Social. En el área de Niñez, por ejemplo, se llevó adelante una política contundente respecto a las niñas y niños en situación de calle. Por primera vez se ha tenido un abordaje integral y significó la salida de alrededor de 5000 niñas y niños de la situación de calle. Por otro lado, en el área que se ocupa de los derechos de las mujeres por primera vez se han desarrollado albergues para víctimas de la violencia de género y se ha trabajado con acciones específicas en contra del acoso sexual -tanto en el sector público como en el privado.
En definitiva, estaban siendo sentadas las bases para llevar adelante un proceso de transformación social y este golpe ha cortado con cualquier posibilidad de consolidarlas durante los próximos 9 meses.
¿Cuáles son las características de la cultura política y la sociedad paraguaya que permiten entender las dificultades para avanzar en materia de derechos humanos y sociales y contra la desigualdad?
Considero que deben atenderse varios elementos que inciden en una respuesta a esta pregunta. Por una parte, se trata de una cultura política claramente autoritaria. No en vano tuvimos tantos años de dictaduras en donde el elemento principal ha sido el pensamiento hegemónico de cuáles eran aquellos aspectos que supuestamente hacen a la “normalidad”: desde las ideologías políticas hasta el machismo que hace a la heterosexualidad como única opción, o todo lo que hace al concepto de que la familia es de un solo tipo. Todos estos aspectos que en realidad implican una apuesta a un pensamiento único, un pensamiento excluyente de la diversidad, formaron parte durante mucho tiempo del discurso oficial, y también estaban en relación a aquello que se expandía desde los ámbitos del discurso que tenían posibilidades de ser expuestos. Entonces, con un gobierno que incluye a diversos sectores y desde donde se comienzan a aplicar diversas políticas que incluye a mujeres feministas, socialistas, hombres con pensamientos que apuestan a la diversidad; comienza a generarse un cambio al respecto, un espacio desde el cual se pueda dirigir a muchas más personas. Pero la cultura como tal es aún muy dura y no se cambia de la noche a la mañana. Incluso cuatro años quizás no sean suficientes. Por otro lado, si bien se produjo un cambio a nivel del Poder Ejecutivo, de quien ejerció el poder durante los últimos años, en el Parlamento se ha seguido reflejando la composición política de la construcción de los partidos políticos de nuestro país. Los mismos han representado históricamente a las élites y a los poderes fácticos, tanto a los económicos, la Iglesia, los medios de comunicación comerciales o a las mafias delincuenciales. Esos pensamientos han estado claramente asentados en el Congreso Nacional.
¿Cómo se ha dado la articulación del gobierno que encabezaba Lugo con los movimientos sociales?
Creo que uno de los aspectos positivos es que se abrieron diversos espacios de participación orgánica en lo referente a los procesos de construcción de políticas públicas. A modo de ilustración, hay que resaltar una de las políticas del gobierno que encabezaba Lugo: darle un gran protagonismo al área de participación que tenía en su seno a diversas organizaciones públicas y sociales en las distintas discusiones, de modo tal que el diseño de las políticas se pudieran dar a través de un proceso con apoyo social. Incluso esto lo pudimos hacer en la propia Secretaria de la Función Pública, tanto en el trabajo con las áreas de discapacidad como con los pueblos originarios a través de mesas de diálogo y de participación y construcción conjunta. Creo que ese fue el aspecto más interesante. Por su parte, también hubieron algunas tensiones con ciertos movimientos sociales. Sobre todo por aquellas políticas que son las que transforman de manera mucho más radical el modelo económico productivo de nuestro país. Por supuesto el movimiento campesino histórico, en la lucha por la tierra y la reforma agraria en Paraguay, tenía interés en que todo se haga de manera mucho más acelerada y, en ese sentido, no hubo capacidad de respuesta en varias de las áreas responsables del gobierno.
Siendo una intelectual y militante feminista, es destacable su candidatura presidencial por el Movimiento Kuña Pyrenda. ¿Cuáles son las líneas de acción que proponen?
Kuña Pyrenda es un movimiento que se conforma a fines de 2010 a partir de un planteamiento de mujeres socialistas y feministas. En este sentido, el objetivo claro a lograr es que en las elecciones previstas para el 2013 -habrá que ver qué sucede al respecto luego del golpe- haya una postulación de una mujer socialista y feminista para que lidere el país desde la presidencia. Kuña Pyrenda aspira a la igualdad, a que las mujeres accedan al poder en el parlamento y, por supuesto, en espacios ejecutivos y departamentales. Es decir, que las mujeres sean protagonistas en aquellos ámbitos en los cuales se decide el futuro del país. Cabe destacar que el proyecto se construye de una manera en la cual se busca llegar a todo el país. Desde el 2011, y durante los primeros meses de este año, hemos estado recorriendo todo el país y presentado oportunamente nuestro pedido de reconocimiento al Tribunal Superior de Justicia Electoral, que, al reconocer los movimientos políticos, habilita la presentación de las candidaturas. Actualmente está en estudio y estamos esperando la resolución.
Por su parte, en la actualidad, luego de la destitución del Presidente Lugo ocurrida el 22 de junio, se nos ha sumado un trabajo más, que es el de la resistencia, la denuncia y el análisis. Una redefinición constante de acuerdo a cual sea el desarrollo de la vida política de nuestro país. En tanto, nuestra hoja de ruta organizativa de construcción, de debate, de organización, continua pero con la diferencia de que ya no podemos hablar de profundización de la democracia. Ha habido un quiebre institucional y, en este contexto, ante la posibilidad de que sea efectivo el proceso electoral, debemos trabajar para que la izquierda tenga elementos de debate claros y posibilidades de ofrecerle a la sociedad paraguaya una alternativa de transformación mucho más profunda a partir de la participación de las mujeres socialistas.
Ha sido un trabajo arduo y durante todo este proceso se han discutido las candidaturas desde las distintas bases y se ha acordado que esa dupla presidencial sea encabezada por mi junto a Magui Balbuena como candidata a vice-Presidenta. Se trata de una compañera que tiene una larga historia de lucha con el campesinado y las mujeres. En definitiva, estuvimos trabajando mucho recorriendo el país y acercando la plataforma de las mujeres y esa fue nuestra tarea principal hasta el 22 de junio. Hoy en día, junto a otros sectores sociales y ciudadanos nos ocupamos de la resistencia y denuncia.
¿Buscan alianzas con otros espacios progresistas?
Kuña Pyrenda se construyó por fuera de articulaciones que eran muy incipientes en ese momento como el Frente Guasú. Tanto el Frente Guasú como Kuña Pyrenda han hecho sus propios procesos. En el Frente Guasú está en debate la candidatura presidencial y si la vida electoral de nuestro país dicta que las elecciones se realicen en el 2013 -y existan las garantías suficientes- llegará un momento de convergencia entre dos proyectos de izquierda. Hoy en Paraguay, tanto Kuña Pyrenda como el Frente Guasú expresan dos planteos de izquierda y tanto la respuesta ciudadana como el desarrollo de todo lo que suceda a partir de este momento tendrá que producirse. Si algo dejó en claro este golpe es que la izquierda no se aliará con golpistas ni con partidos políticos de ese estilo. Ellos han conspirado para el golpe, lo han propiciado y ejecutado.
Frente al déficit que ha tenido el sistema de partidos paraguayo, ¿qué lecciones considera que deja este lamentable quiebre institucional a la hora de construir un espacio progresista que aspire a transformar la sociedad?
Cuando nace Kuña Pyrenda, se hace ese planteamiento. Es indudable que la cultura política no afectó solamente al Partido Colorado y a los partidos tradicionales. Esos aspectos como el clientelismo, el autoritarismo o el mesianismo político, durante mucho tiempo, fueron considerados normales en la política paraguaya y también tenían poder e incidencia en la izquierda. En consecuencia, esos elementos son claves. Si hay algo que ha sucedido en este tiempo, no solamente por el gobierno de Lugo sino por la lucha de mucha gente a lo largo de la historia de nuestro país -que pudo haber sido un grupo muy pequeño pero hoy es más grande-, es que hay un aumento de la conciencia política. Hoy en Paraguay hay una sociedad crítica. Hay procesos de crecimiento en las posibilidades de analizar qué es lo que realmente existe como planteamiento político, como fuerza política. En este sentido, considero que la exigencia, sobre todo de los sectores que quieren un cambio, va a ser muy clara. Por eso los proyectos políticos tienen que tener mucha coherencia y una apuesta clara a una transformación seria. Considero que ya no se trata simplemente de discursos con caras nuevas y simpáticas; creo que a esas propuestas la ciudadanía general ya no las va a apoyar. Su voluntad es mucho más alta ahora. Por otro lado, antes era impensable ser de izquierda y hoy, por su parte, realmente ser de izquierda significa estar luchando por derechos bastante precisos. Eso implica una cuestión de ideas y, en este sentido, realmente me satisface que hay todo un proceso que grita que esto no se ha terminado.
¿Cómo dar cuenta del aumento de esta conciencia política que mencionó en relación con las tensiones que se dan con las instituciones paraguayas que hoy favorecen esa cultura política hegemónica?
Claro, algo que también sucedió con este proceso es que hay un fuerte cuestionamiento a los sectores políticos y a los partidos políticos. Hoy la participación política es mucho más diversa, identitaria y surge a partir de las ideas y las apuestas que se tienen. Pero, claro, también está ese peligro claro de no contar con instituciones preparadas para consolidar esa cultura y prácticas políticas y que no se pueda contra el sistema prevaleciente. De modo que ésa será la disputa, que, como decía antes, también se da a nivel del imaginario. Además, se trata de un trabajo organizativo que no puede centrarse en la resistencia sino que también tiene que apuntar a la construcción. Y no va a ser fácil: el escenario de quiebre de la democracia paraguaya lo complejiza. Este golpe ha tenido objetivos claros: que no se mueva nada de lo que se estaba moviendo -y apenas se empezaba a mover. Entonces, el trabajo implicará que se pueda develar mucho más todo esto y que esa conciencia de la gente pueda lograr avanzar en las reformas necesarias de las instituciones.
*Plataforma de Mujeres progresistas y feministas

fuente: Iniciativa

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