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lo que defiendo, lo que muchos defendemos, no es un nacionalismo pelotudo... sino un par de ideas, resignificadas hoy, libertad e igualdad... ideas profundamente mestizas aquí en Abya Yala, y aunque respeto toda otra posición cultural-política, creo, sinceramente, que es desde esta Gran Tierra, unidos, en comunidad, aceptando profundamente nuestra realidad mestiza -el uno- es que el Abya Yala florecerá... y que todos los enormes esfuerzos de Occidente por destruirnos, por separarnos, por vulnerarnos y conquistarnos, demostrarán inversamente la magnificencia de nuestra sonrisa, de nuestro futuro... por los Padres Libertadores del Pasado, Por los Hermanos Libertadores de Hoy, por Nosotros y los que Vienen... SUMAQ KAWSAY!... y eso tal vez parezca anárquico...pero tal vez esta anarquía sea un nuevo orden... opuesto al actual, sin dejar de reconocer lo alcanzado... por todos...

lunes, 23 de julio de 2012

La culpa no es del chancho


De las proclamas revolucionarias al apoyo de la restauración conservadora


El Movimiento Evita y el Frente Transversal se unen a cuestionar a Daniel Scioli, haciendo leña del árbol caído. Se olvidan que cuando en 2011 se jugó la profundización del modelo en la provincia eligieron el proyecto de la derecha peronista.

Cabe destacar  que de un tiempo a esta parte el gobernador Daniel Scioli no ha virado en su proyecto ideológico-.político; en todo caso, ha hecho confesión de sus ambiciones a la presidencia bajo un comportamiento que hace a su identidad: una hipotética búsqueda del consenso y el orden, eufemismos que oculta la perpetuación del orden de cosas en una provincia privilegiada por su riqueza natural pero con altos niveles de desigualdad.
Entre los aspectos más sombríos de la gestión de Scioli se encuentran las políticas punitivas de seguridad, la anulación de los procesos iniciados de reforma de la institución policial, la autonomía de la fuerza policial, la desregulación de la situación carcelaria y las inconsistentes políticas de derechos humanos.
Uno de los motivos por los que se dio apoyo a Scioli fue ser “peronista”, un concepto cuyo significado se halla en disputa permanente en la que quizás sea la más encarnizada de las batallas culturales argentinas. Lo cierto es que Scioli sí pertenece al histórico instrumento electoral del peronismo, el Partido Justicialista, habiendo empezado su carrera política en el auge del ciclo neoliberal del partido. Si por peronismo caracterizamos a un gobierno signado por la expansión de los derechos y la industrialización, podemos sostener una contradicción notoria con el enfoque de gestión del actual gobernador, partidario de medidas restrictivas que sin constituir un Estado gendarme responsable, da autonomía a corrompidas fuerzas represivas viabilizando la perpetuación de una situación irregular. La anulación de los secretariados de derechos humanos locales (una de cuyas funciones principales era la visita a cárceles a pedido de familiares) y la anulación de las reformas emprendidas previamente por León Arslanián y Marcelo Saín hacia un control civil de la policía bonaerense.
Pese a la invocación de una retórica radicalizada y socializante, la participación en foros de la izquierda latinoamericana y una preocupación supuesta por los sectores vulnerados por el flagelo neoliberal, el Movimiento Evita y el Frente Transversal cerraron filas practicando un repentino maccarthismo pejotista frente a los adherentes kirchneristas provenientes del progresismo y la izquierda nacional. Es decir, se evidencia el comportamiento hipócrita de condenar adentro lo que se valora afuera, una manipulación tramposa destinada  ocupar el lugar de interlocutores válidos de ideas que denigran en casa. No conformes con ello, sostienen el proyecto neoliberal del principal candidato de la derecha rumbo a  2015.
“Nosotros no somos progresistas, nosotros no somos los más lindos, nosotros somos los más feos. Nosotros somos los que nos metemos en el barro. Eso es lo que es el Movimiento Evita, eso es lo que queremos representar. Y es por eso que somos profundamente peronistas”, sostiene Pérsico en una jornada de apoyo a Scioli en 2011.
Al respecto, cabe decir que cualquiera sea la idea invocada, las palabras “progresismo” y “conservador”, como izquierda y derecha, son adjetivos necesarios para dar cuenta de la entidad de los posicionamientos ideológicos y programáticos bajo contextos específicos: o se está a favor de una mayor diversidad cultural e igualdad o se considera a la sociedad como un todo dado cuyas tensiones internas resultarían de malos gobiernos (por corrupción, incapacidad, ineficacia, etc.). A pesar de ser conceptos muy discutibles, no han perdido utilidad, y refieren con nitidez a la defensa de lo público o a la apropiación de lo privado. Así, claro está, puede hablarse (a pesar de Pérsico) o de un peronismo conservador/neoliberal (versión menemista y duhaldista) o de un peronismo izquierda/progresista (que él no represente ni quiera representar).
La misma crítica es transferible al Frente Transversal, quién desde la CTA traiciona bajo el liderazgo de Depetri a la tradición reivindicactiva de la central uniéndose al proyecto neoliberal provincial.
Mi buen amigo el Anticapitalista resumió con inmejorables palabras, la expectativa que puede trazarse sobre éstas conducciones, que hoy se despegan del Gobernador ante la favorable relación de fuerzas del gobierno nacional:
«Hay que recordar que Navarro, Persico y el Movimiento Evita tranzaron por los cargos con Scioli ( lo cual podria o no ser legitimo pero claramente no respondía a sus supuestas convicciones digo siendo que el Evita se considera de izquierda o participa luego en el foro de San Pablo ) sabiendo que Scioli siempre jugo sin romper con el establishment y siempre posicionandose como el garante del cierre conservador (consenual y no crispado , es decir siempre funcional al establishment ) del ciclo kirchnerista al que por ejemplo Ricardo Forster titulo como anomalia, digo Scioli es la garantia clara del establishment , para mi el ejemplo paradigmatico era cuando Nestor , Cristina y Moyano estaban en 2010 en la cancha de River junto a unos cien mil trabajadores y en ese momento Scioli coqueteaba en el nefasto coloquio de Idea con las emprasas y empresarios a los que siempre les intereso el país como decia el HDP de Bernardo Neustadt junto con el HDP de Mariano Grondona cuando auspiciaban el programa del establishment que auspició la entrega y entrego el estado argentino a los capitales extranjeros e hipoteco el futuro de los argentinos y argentinas por muchisimos años siempre asegurando sus fortunas personales en Suiza y Uruguay.»

fuente: La Polis Interminable

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