lo que defiendo, lo que muchos defendemos, no es un nacionalismo pelotudo... sino un par de ideas, resignificadas hoy, libertad e igualdad... ideas profundamente mestizas aquí en Abya Yala, y aunque respeto toda otra posición cultural-política, creo, sinceramente, que es desde esta Gran Tierra, unidos, en comunidad, aceptando profundamente nuestra realidad mestiza -el uno- es que el Abya Yala florecerá... y que todos los enormes esfuerzos de Occidente por destruirnos, por separarnos, por vulnerarnos y conquistarnos, demostrarán inversamente la magnificencia de nuestra sonrisa, de nuestro futuro... por los Padres Libertadores del Pasado, Por los Hermanos Libertadores de Hoy, por Nosotros y los que Vienen... SUMAQ KAWSAY!... y eso tal vez parezca anárquico...pero tal vez esta anarquía sea un nuevo orden... opuesto al actual, sin dejar de reconocer lo alcanzado... por todos...
De los Pirineos a los Andes, la extensión de una España popular y moderna
"Rajoy explica sus planes en inglés porque la banca
anglo-franco-germana no habla español. ¡Qué importa la ciudadanía
hispano-parlante, si no es responsable ni beneficiaria del ajuste!"
Tres días atrás, el Congreso de los
Diputados español remachó las mismas cadenas que vienen oprimiendo al
pueblo español desde hace centurias. En nuestra columna del 29 de mayo
de 2011 titulada “De Indignados a Indagadores”, analizamos brevemente
las causas estructurales del atraso español, así como la única
disyuntiva (histórica) y presente en juego: España “negra” o España
popular, democrática y moderna. Por desgracia, la balanza se vuelca
pesadamente hacia la primera. Zapatero a su zapato, toca el turno ahora
al terrorismo financiero y especulador corporativo encaramados ya en la
mismísima Moncloa. El brutal ajuste sólo es equiparado por la
desvergüenza y el cinismo de los propios ajustadores: en su editorial
del 17 de julio, el diario.
El País se quejaba no ya del horroroso fundamentalismo de mercado del
señor Rajoy, sino de lo mal que el Gobierno explica sus políticas
económicas a la pauperizada y flagelada plebe. “[Las previsiones del FMI
en materia de recortes han sido] explicadas de forma lamentable a los
ciudadanos. […] Hay, además, más factores que deterioran la confianza”.
Se preguntará el lector cuáles factores y la confianza de quién o
quiénes es la maltratada. Sigamos. “Uno de ellos [de los factores] es la
pésima gestión de la información, que se traduce en una pérdida de
credibilidad en la capacidad del Gobierno. […] La vicepresidenta y los
ministros económicos no aclararon detalles tan importantes como la
posibilidad de retirar la prestación a los parados en caso de `indicios´
de fraude […]. Estos detalles fueron revelados después en la página web
del ministerio, redactada en inglés, para información de inversores
extranjeros”. O sea, el problema para El País no pasa por la descomunal
política socioeconómica que viene a continuar, remozados a los tiempos
que corren, los lineamientos del franquismo, los de la España “negra” y
la eternamente sometida a Londres, París y Berlín. No señor. El problema
es la mala comunicación oficial. El diario El País levanta las banderas
del nacionalismo falangista en defensa del idioma oriundo de Castilla.
Pero Rajoy explica sus planes en inglés porque la banca
anglo-franco-germana no habla el español. ¡Qué corno importa la
ciudadanía hispano-parlante, si no es ella la operadora ni la
beneficiaria del ajuste!
EL DIARIO EL PAÍS A FAVOR DE LA SEMICOLONIA. Vayamos ahora al asunto de
la supuesta confianza afectada. ¿A la confianza de quién o quiénes se
refiere? Uno debiera suponer, luego de leer lo anterior, que alude a la
poca o nula confianza que los gobernantes (mal comunicadores) despiertan
en la población. Pues no, nada de eso. Dice la editorial: “Economía y
Hacienda tienen que dar más explicaciones sobre asuntos decisivos para
la confianza de los inversores. El ajuste necesario para cumplir con el
objetivo de déficit en 2014 es muy superior a los 54.400 millones que
dice el Gobierno que conseguirá con las disposiciones anunciadas el
viernes. […] Con vaguedades no se recupera la confianza de los
mercados”. ¡El ajuste es IN-SU-FI-CIEN-TE! Cada día que pasa, España
atrasa por décadas. Paga muy caro su incompleta revolución burguesa.
España se ha transformado hoy en feudo de la gran banca
franco-anglo-germana y sus sectores industriales y corporativos. Cual
gran señorío feudal, dispensa a su pueblo el típico trato que sus
antecesores propinaban al campesinado explotado y excluido de antaño:
tributos y más tributos a la turba hambrienta y empobrecida. El diario
El País confirma la lamentable realidad: “El veredicto del Fondo incluye
una recomendación explícita: que el BCE compre deuda de los países
afectados por las tensiones financieras y acabar con la enorme brecha,
en financiación y crecimiento, que se aprecia entre el núcleo económico
franco-alemán y los países periféricos”. España es feudo pero feudo
periférico. Ahora bien, ¿cómo se explica que pueda aplicársele a España
similares niveles de intervencionismo y sojuzgamiento a los padecidos,
por ejemplo, por los pueblos latinoamericanos a lo largo de su historia?
LA POTENCIA MERCANTIL SIN MONEDA. Entre el siglo XV y fines del XVIII,
España fue claudicando a su industrialización, convirtiéndose en
satélite de sus vecinos al norte y noreste que, justamente por completar
su ciclo revolucionario burgués, se colocaron a la vanguardia del
desarrollo capitalista y la industrialización europea y planetaria. Fue
una pieza clave del dispar acontecer lo ocurrido con el oro y la plata
provenientes de las Indias. Según datos del notable investigador
Alexander von Humboldt, entre 1492 y 1803, ingresaron a Europa de
América Latina unos 5445 millones de pesos, de los cuales 4746 lo habían
hecho previamente a España. Pero las riquezas metálicas lejos de quedar
en la península, partían rumbo a otros destinos. El magistral
economista e historiador español Manuel Colmeiro lo pone en estos
términos: “Pasaban [desde España] los metales nobles a Italia, hábil en
la fabricación de géneros de seda; a Francia, que nos surtía de lienzos y
cosas de buhonería; a los Países Bajos, incluyendo Hamburgo, y a
Inglaterra, que nos suministraban los tejidos delicados de lana y lino.
[…] Con esto llegó a formarse la opinión que España era la potencia
mercantil más escasa de moneda [de la época]”. En fin, España era
desangrada en beneficio de los Estados europeos vecinos, florecientes en
su industria y comercio. Ocurría que el atraso general de su
agricultura, sus artes mecánicas y la baja población no invitaba a la
retención (circulación) de moneda fronteras adentro. Humboldt calcula el
numerario circulante para fines del siglo XVIII así: Francia con 2500
millones de libras tornesas, Gran Bretaña 950 millones y España 450.
Estaba todo dicho y la suerte echada. España firmaba su rol de colonia y
mercado consumidor de manufacturas en el contrato europeo de la
división del trabajo.
DE LOS PIRINEOS A LOS ANDES. Hoy día, tal contrato no ha variado sino
que por el contrario, viene a renovarse, esta vez bajo nuevas cláusulas
leoninas impuestas por los mismos centros de poder (reemplácese los
Países Bajos y Hamburgo por Alemania). El flamante ajuste de 65.000
millones de euros en dos años es más de lo mismo. Es decir y como
sucediera un par de siglos atrás, una ingente masa de recursos y
riquezas dejarán España para terminar en las arcas de las metrópolis
colindantes (¿acaso buena parte de esas riquezas no vinieron/vienen de
América Latina?). Como los habsburgos y borbones que, casi sin
excepción, tejieron alianzas de conveniencia y supervivencia con otros
reinos pero siempre a espaldas y en perjuicio de la población local, el
gobierno de Rajoy tiene de aliados a la Italia de Monti y a la Alemania
de Merkel. Franco obtuvo el apoyo de las mismas fuerzas opresoras. En
este sentido, las fuerzas progresistas y revolucionarias españolas no
tienen otra opción, ni más fiel aliado que los pueblos y gobiernos
nacionales y populares de América Latina. Sólo entendiendo que la España
soberana, popular, democrática y moderna se extiende entre los Pirineos
y los Andes, es como el pueblo español tendrá la fuerza y el respaldo
suficiente para hacerse del poder y vencer, de ahí en más, al
ultra-conservadurismo local y europeo que tanto daño le ha infligido. El
oro y la plata de las Indias profundizó la reacción en España. Por eso,
que la Unasur venga revirtiendo la sangría de riquezas y recursos en
manos de empresas españolas es, en realidad y en función de la historia,
lo mejor que le puede pasar a la España popular y moderna.
fuente: Tiempo Argentino
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