Seguidores

lo que defiendo, lo que muchos defendemos, no es un nacionalismo pelotudo... sino un par de ideas, resignificadas hoy, libertad e igualdad... ideas profundamente mestizas aquí en Abya Yala, y aunque respeto toda otra posición cultural-política, creo, sinceramente, que es desde esta Gran Tierra, unidos, en comunidad, aceptando profundamente nuestra realidad mestiza -el uno- es que el Abya Yala florecerá... y que todos los enormes esfuerzos de Occidente por destruirnos, por separarnos, por vulnerarnos y conquistarnos, demostrarán inversamente la magnificencia de nuestra sonrisa, de nuestro futuro... por los Padres Libertadores del Pasado, Por los Hermanos Libertadores de Hoy, por Nosotros y los que Vienen... SUMAQ KAWSAY!... y eso tal vez parezca anárquico...pero tal vez esta anarquía sea un nuevo orden... opuesto al actual, sin dejar de reconocer lo alcanzado... por todos...

martes, 5 de noviembre de 2013

LOS RESULTADOS Y LO QUE SIGUE. Por Nicolas Salerno Ercolani y Jorge Makarz

Los resultados electorales del 27 fueron muy similares a los  de las PASO: una merma significativa en los votos de las candidaturas del FPV respecto al 2011, con una serie de triunfos de distintos espacios opositores, sobre todo en los distritos electoralmente mas densos, donde resalta el resultado del FR de Massa en la provincia de Buenos Aires.

Como colectivo Iniciativa, escribimos hace pocos días un llamamiento a nuestros lectores, compañeros y amigos para  votar las listas del FPV, pues entendemos que es el espacio que tuvo la capacidad y el liderazgo para encabezar una serie de avances y transformaciones que restauraron parcialmente las capacidades del Estado y la Política, poniéndonos de esta forma en mejores condiciones para la construcción de un país mas equitativo e independiente.

Eso no  nos libra de poder observar e indicar una serie de limitaciones y críticas de este proceso y del kirchnerismo. Respecto a las condiciones y errores que nos llevaron a lo que evidentemente es una derrota en el plano electoral, también habíamos escrito y analizado los elementos políticos que erosionaron nuestra capacidad transformadora y finalmente condicionaron el resultado de las últimas elecciones (ver “El resultado de las abiertas del 11 de agosto”).
Hablamos del el achicamiento político del FPV en su composición y su capacidad de dirección, en un proceso que comenzó con el distanciamiento con Moyano y un sector del sindicalismo, hasta la reciente ruptura de un grupo de funcionarios municipales y dirigentes que son los  que acompañaron al FR.

También  señalamos la pérdida de iniciativa, como asimismo el fracaso de las últimas disputas políticas (caso reforma poder judicial) al mismo tiempo que la acción opositora y de los grupos económicos en la calle, el los medios y en la política fue ganando terreno y generando una agenda con el tema inflación, corrupción e inseguridad, lo que nos puso a la defensiva y sobre la que no tuvimos ni tenemos respuesta firme.

Por último el problema de cómo encarar una etapa donde las cuestiones mas urgentes fueron siendo subsanadas por el gobierno, pero otros problemas, algunos surgidos del propio crecimiento que el gobierno apalancó, termina generando en el imaginario social percepciones a futuro, donde la idea del devenir sobre cuestiones como el sistema de transporte, la calidad del trabajo etc. van ganando terreno y peso. Cuestiones en las que no pudimos construir un planteo, una perspectiva y eso dio lugar a que otras manifestaciones políticas se apropien de la idea de “futuro”, aunque sea bajo una forma marketinera y carente de propuestas serias.

EL PROCESO Y SUS COMPLEJIDADES
La derrota electoral sin dudas constituye parte de un escenario complejo de cara a las elecciones presidenciales de 2015, donde no sólo se juega la sucesión de gobierno sino la posibilidad de que el proceso político se  vaya resolviendo a favor del movimiento nacional y popular o tuerza hacia opciones de tipo transformista, que pretendan clausurar los aspectos y las iniciativas distribucionistas y de ampliación de derechos iniciadas de 2003 a la fecha.

Sostenemos que pese a la complejidad, las cartas todavía no están jugadas. El mentado “fin de ciclo” es todavía más una expresión de deseo de los sectores privilegiados que una realidad política palpable. Muestra de ello es la resolución tomadas por la Corte respeto de la constitucionalidad de la Ley de medios, que constituye una paso hacia delante en la disputa de poder contra un sector de las corporaciones.

Sin embargo no podemos dejar de observar algunos elementos que expresan parte de la complejidad señalada. Argentina entró decididamente en una fase de crecimiento económico moderado, con tasas de 3-4-5%, muy distinto de la primera fase de las “tasas chinas”. Esto genera que el modelo de “derrame inducido” (expresión que le robamos al compañero Emilio Pérsico) tenga menos posibilidades de inducir riqueza hacia los sectores mas desfavorecidos, a menos que pongamos mano a modificar determinadas cuestiones de la matriz económica, ya sea el problema de concentración-extranjerización de las principales empresas, ya sea en el sistema tributario.

ESCENARIO EXTRAMUROS
Este panorama macroeconómico, forma parte de un escenario regional e internacional de enorme dinámica e incertidumbre. La crisis, sinónimo del fenomenal proceso de reconversión capitalista a nivel global, no tiene una salida inmediata. El cuasi-default de los Estados Unidos hace pocos días nos habla de un proceso de reposicionamiento económico global del cual es muy difícil medir las consecuencias.

Sabemos que si no avanzamos en el proceso de integración regional que refuerce nuestros niveles de autonomía financiera y económica, estaremos en peores condiciones para definir nuestro rol y nuestra inserción en el mapa global. La construcción de un bloque regional con mayores niveles de integración económica, política y social es la única posibilidad de evitar que el capital transnacional negocie con nuestras oligarquías locales una salida que seguramente tiene como perdedores a los trabajadores y sectores populares de cada uno de nuestros países.

También en este plano observamos una ralentización. La desaparición de líderes como Néstor Kirchner y Hugo Chávez, principales protagonistas de algunos de los mayores hitos del proceso sudamericano, resintieron el desarrollo las principales iniciativas, como el  Banco del Sur por poner un ejemplo. La constitución de la Alianza del Pacífico, la victoria colorada en Paraguay también son elementos que refuerzan este panorama.

RETOMAR LA INICIATIVA PARA EVITAR LA DERIVA
Sin duda alguna el campo nacional y popular en Argentina se encuentra en mejores condiciones que hace algunos años atrás para resolver sus problemas y los del conjunto de la sociedad. Este proceso generó un piso más alto en nuestras condiciones materiales y organizativas. No hay millones de recetas, es la construcción del poder social y político de los sectores populares la única opción que permite saldar las limitaciones y contradicciones de la etapa que se abrió en diciembre de 2001. El gobierno nacional sigue siendo aliado en esta tarea, Cristina y el FPV siguen siendo la mejor referencia política para nosotros y el cumplimento de este objetivo.
Eso no quita reconocer problemas, señalar errores y sobre todo, encaminarse en la resolución de esos mismos. Es la autocrítica sincera el mejor mecanismo militante que nos permitirá siempre enderezar el rumbo y superar los peores escollos. Con este espíritu pretendemos escribir como un aporte  en esa dirección.
Con dos años de mandato presidencial y en un marco donde se conservan mayorías parlamentarias y una fuerza política significativa, el kircherismo está en condiciones de retomar la iniciativa, relanzar proyectos movilizadores que sigan en el rumbo de avanzar por lo que falta.
Necesitamos imperiosamente retomar esa senda, para evitar derivar hacia la impotencia y terminar condicionados a una negociación con quienes pretenden conducir hacia una salida posibilista acordada con los grupos de poder, o constituyendo una opción política testimonial que vuelva a frustrar la posibilidad histórica de construir un proyecto nacional, popular y latinoamericanista en Argentina.

Fuente: iniciativa