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lo que defiendo, lo que muchos defendemos, no es un nacionalismo pelotudo... sino un par de ideas, resignificadas hoy, libertad e igualdad... ideas profundamente mestizas aquí en Abya Yala, y aunque respeto toda otra posición cultural-política, creo, sinceramente, que es desde esta Gran Tierra, unidos, en comunidad, aceptando profundamente nuestra realidad mestiza -el uno- es que el Abya Yala florecerá... y que todos los enormes esfuerzos de Occidente por destruirnos, por separarnos, por vulnerarnos y conquistarnos, demostrarán inversamente la magnificencia de nuestra sonrisa, de nuestro futuro... por los Padres Libertadores del Pasado, Por los Hermanos Libertadores de Hoy, por Nosotros y los que Vienen... SUMAQ KAWSAY!... y eso tal vez parezca anárquico...pero tal vez esta anarquía sea un nuevo orden... opuesto al actual, sin dejar de reconocer lo alcanzado... por todos...

miércoles, 27 de junio de 2012

“No es una dictadura, estupido” Las Palabras en su construcción destituyente

por Diego Burd

Últimamente desde los espacios más heterogéneos se intenta comparar al actual gobierno nacional con una “dictadura”, desde un enojado líder sindical hasta una señora de Barrio Norte, recurren al uso indiscriminado de la palabra para caracterizar un gobierno, que reúne la legalidad y la legitimidad de una elección desarrollada hace ocho meses atrás.
  Otras voces, desde un espacio, de intencionalidad socialista y progresista, llaman a la actual mandataria a la conformación de un gobierno de unidad nacional, mecanismo mas sutil, para decir, que hay una perdida de legitimidad por parte del gobierno, lo cual se demuestra en el “conflicto social” que esta rondando por la sociedad nacional, aunque no dicen, que gran parte de esa imagen se construye desde los sets de un canal obligado a desinvertir antes de diciembre.
  En todos los casos, quienes hacen uso de la palabra lo hacen desde una arquitectura del lenguaje prestada, armada y puesta a disposición desde múltiples espacios comunicacionales, que irónicamente, son confortantes de un solo creador discursivo. 
  El uso de las columnas de los diarios hegemónicos del devenir “autoritario”, o las voces que emitían un conjunto de enunciados comparativos sobre regimenes “fascistas”, “autoritarios de izquierda de la Europa del Este”, en una búsqueda de una matriz inexistente en el complejo entramado político kirchnerista.
  Medios y columnistas que a través de los espacios mediáticos intentaron realizar una estructuración de un conjunto de relatos sobre lo social, construyendo un entramado de mundos simbólicos e imaginarios, que narraba sobre un espacio ficcional de lo real.
   De esta manera, a través del uso descontextualizado de determinados conceptos, los medios hegemónicos intentan fijar un discurso publico a través de la construcción de la palabra que descalifica jugando con, lo que Casullo denomino, una instalación subliminal de una memoria en la escena del presente, ese uso de los términos remiten a situaciones que conforman nuestra memoria colectiva, pero sin anclajes en la realidad histórica, pero en sus mecanismos de trasmisión se han intentado configurar como una lectura rectora de la realidad, primero hacia la comunidad de lectores y oyentes de esos medios, generando especies argumentativas que pueden ser usadas por ellos en las intervenciones publicas.
   La recuperación del concepto de lo político, como espacio de conflicto, donde los desiguales disputan proyectos políticos, proyectos sobre horizontes de expectativas, de subjetividades que se configuran en ese devenir de lo político.
   El neoliberalismo, como explica Casullo, tuvo la capacidad de construir lo político sin políticos, y reconfigurar una idea de una democracia fundada sobre el “consenso” entre sujetos sociales desiguales, consenso argumentativo, de imaginarios de pertenencias a un mundo. Lo conflictivo era sacado del medio como lo no-democrático… la democracia era un conjunto de juegos de formalidades vaciadas de contenidos.
   Rupturas en el conjunto de significados que sirvieron para interpretar la realidad, plantearon un posibilidad poner en tensión, la idea de un republicanismo liberal que no puede incorporar nuevos mecanismos de intervención política de los sectores subalternos de la realidad, intervenciones que pretenden búsquedas de ampliaciones democráticas superadoras de las formalidades de la democracia, pero con una novedad, no como espacios en conflicto (democracia formal vs democracia sustantiva) sino como mecanismos complementarios, donde el no funcionamiento de una implica recortar marcos de acción de la otra.
   Dijimos en párrafos anteriores, que las lecturas rectoras intentan apelar a situaciones que conforman nuestra memoria colectiva, pero sin anclajes en la realidad histórica, es decir, pretenden que a nuestra memoria la comparación se remita directamente a la última dictadura cívico-militar, y a partir de ahí realizar un conjunto de comparaciones con el actual gobierno nacional, esas lecturas, como parte de un discurso aparecen des-contextualizadas, es decir, son comparaciones entre espacios abstractos, sin anclaje en el momento histórico, y lo que es peor, sin anclaje en las consecuencias que generaron la aparición de la primera en nuestra sociedad.
    La ultima dictadura cívico-militar produjo en nuestro país 30.000 desaparecidos, de los cuales los obreros representan el 30,2%, así mismo durante ese periodo las Centrales Sindicales fueron intervenidas, y se produjo un política salarial tendiente a la reducción salarial, se realizaron actos de intervención de censura sobre la prensa, detención y desaparición de periodistas, donde el casi el 70 % de los desaparecidos tenían entre 16 y 35 años, suspensión de la Constitución Nacional, de los Partidos Políticos, y de las instituciones Republicanas, lo que habría que agregarle las consecuencias sociales de la aplicación de las medidas económicas de apertura económica, aumento de la pobreza, del desempleo, cierre de fabricas… todo esto dentro de un plan político-económico y social implementado desde el Estado en convivencia con los principales grupos económicos dominantes.
    Hablar de dictadura, es emitir un discurso teniendo como referencia a parte de lo narrado en el párrafo anterior, es decir, son por lo menos puntos mínimos de anclajes para empezar a caracterizar e intentar una comparación con un gobierno democrático, legitimo y legalmente constituido, donde existe mas la irrestricta libertad de prensa, solo basta leer las tapas de los principales diarios, la mayor libertad de movilización, aunque esta posea un carácter político que intenta erosionar al gobierno nacional… pero señores y señoras… permita terminar con una frase “esto no es una dictadura, estupidos”… hay que tener mas cuidado con las palabras que se usan en el discurso publico, y no confundir deseos propios con la realidad.     

fuente: Poemas Urbanos 

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