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lo que defiendo, lo que muchos defendemos, no es un nacionalismo pelotudo... sino un par de ideas, resignificadas hoy, libertad e igualdad... ideas profundamente mestizas aquí en Abya Yala, y aunque respeto toda otra posición cultural-política, creo, sinceramente, que es desde esta Gran Tierra, unidos, en comunidad, aceptando profundamente nuestra realidad mestiza -el uno- es que el Abya Yala florecerá... y que todos los enormes esfuerzos de Occidente por destruirnos, por separarnos, por vulnerarnos y conquistarnos, demostrarán inversamente la magnificencia de nuestra sonrisa, de nuestro futuro... por los Padres Libertadores del Pasado, Por los Hermanos Libertadores de Hoy, por Nosotros y los que Vienen... SUMAQ KAWSAY!... y eso tal vez parezca anárquico...pero tal vez esta anarquía sea un nuevo orden... opuesto al actual, sin dejar de reconocer lo alcanzado... por todos...

sábado, 18 de mayo de 2013

Polarización. Relatos. Moral


Polo positivo, polo negativo. Y polis. La polarización extrema bajo la cual describen a nuestra sociedad los militantes del polo negador no es tal. Pero el “país con buena gente" que presenta el polo positivista tampoco alcanza para describir cabalmente a nuestra sociedad, aunque uno sospeche que pueda ajustarse mejor a la realidad. Realidad, por supuesto, relatada tanto por los polos negador y positivista para atraer a la polis hacia su área de influencia.
Todo es relato. A esta altura esta verdad debería resultar de perogrullo. Pocas verdades pueden aceptarse como tales. Que nuestros sentidos traducen la realidad para que nuestro cerebro la interprete mediante confrontación con anteriores experiencias percibidas, y su elaboración gnoseológica, es una verdad que sólo ponen en entredicho las religiones cuando apelan a la fe como única fuente de verdad (que de todos modos fue incorporada). Aceptemos entonces -o tengan fe cuando les digo- que todo es relato.
“Todos chorros" es el relato dominante del antikirchnerismo psicopático. Todos son Lázaro Báez. Y si no, por lo menos, cómplices necesarios para la existencia de Báez, simplemente por olvidar que el plano moral debería ser -dicen- el Politics 101 que determine el voto. Son todos Jesús y tiran la primera piedra. Tienden a olvidar que escriben en -o hablan desde- medios que llegaron a ser dominantes no por arbitrio de la libre competencia sino por connivencia premeditada y alevosa con gobiernos de facto y democráticos de toda índole. Incluido el de Kirchner.
Este andamiaje del relato opositor tiene como meta la reducción de la política al plano moral, generando así su condición de imposibilidad. Si para que exista política deben primero mostrar la Visa al Cielo, con el sellado de San Pedro fresco incluido, no hay política posible. Fernández Díaz, valga el ejemplo [1], pretende desconocer que la política tiene lugar en el terreno de lo humano, en el barro donde todo puede encontrarse, desde habitantes de cada círculo infernal dantesco hasta pasajeros de la escalera al cielo zeppelinista, y no en el terreno de las ideas morales, argumento liberal desde Locke hasta nuestros días. Es que la moral pertenece al orden individual, mientras que la política se sitúa en la esfera de lo público, y es resultante de la confrontación e interrelación de muchas morales; o faltas de ella, que pertenecen al ámbito de lo real y, que si no se reconocen, el infantilismo de quien las niega sólo puede ser calificado como flagrante. Consolador, seguramente. Permite situarse en un plano superior, pero sin dejar de ser un infantilismo.
Por el lado del oficialismo, el clivaje bajo el que intenta orientar a la política, en cambio, es el de la acción, sea esta en forma concreta o mediante la participación en un debate que sea efectivamente político y no únicamente del orden de lo moral. En lo que a relato respecta, no pudo encontrar una transición que le permitiera cambiar pantalla desde la épica de las grandes gestas (cuando se trató de resistir vía minoría intensa) hacia la épica gris de un país en serio [2], más abarcativa, sin variar el norte pero sabiendo que la efervescencia de la pastilla de vitamina no es eterna. Muestra ahora, eso sí, algunos signos aperturistas que deberían ser alentados, como la posibilidad de que pueda estrenarse la visión más amplia, política e histórica de Adrián Caetano sobre Néstor Kirchner [3], relegando a la autocelebratoria y camporista versión de Paula de Luque (inferior hasta en lo que a recursos narrativos se refiere), el reporte post inundaciones de Cristina, haciéndose eco de un pedido que recorre la fibra íntima de cualquier sociedad (y más aún de una que tiene en su horizonte la verdad y la justicia) y, recientemente, la conferencia del equipo económico, que sirve para generar confianza y dotar de mayor volumen político a los nuevos instrumentos.
[1] http://www.lanacion.com.ar/m2/1580500-el-silencio-que-duele-mas
[2] http://loshuevosylasideas.blogspot.com.ar/2012/03/el-retorno-la-epica-de-un-pais-en-serio.html
[3] http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-219829-2013-05-12.html

fuente: Los Huevos y las Ideas

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