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lo que defiendo, lo que muchos defendemos, no es un nacionalismo pelotudo... sino un par de ideas, resignificadas hoy, libertad e igualdad... ideas profundamente mestizas aquí en Abya Yala, y aunque respeto toda otra posición cultural-política, creo, sinceramente, que es desde esta Gran Tierra, unidos, en comunidad, aceptando profundamente nuestra realidad mestiza -el uno- es que el Abya Yala florecerá... y que todos los enormes esfuerzos de Occidente por destruirnos, por separarnos, por vulnerarnos y conquistarnos, demostrarán inversamente la magnificencia de nuestra sonrisa, de nuestro futuro... por los Padres Libertadores del Pasado, Por los Hermanos Libertadores de Hoy, por Nosotros y los que Vienen... SUMAQ KAWSAY!... y eso tal vez parezca anárquico...pero tal vez esta anarquía sea un nuevo orden... opuesto al actual, sin dejar de reconocer lo alcanzado... por todos...

miércoles, 22 de mayo de 2013

Izquierda, derecha y peronismo: algunas ideas


La falta de tiempo y un inadecuado acceso a Internet me siguen limitando como bloguero (Encima, si trato de abrir un documento Word, se cuelga la PC. Asi que, Pablo, tu trabajo sobre los cuasidolares tendra que esperar). Mi idea inicial era proponer a los visitantes fieles – que algunos hay – que repasaran posteos viejos, de julio ’07 en adelante, para apreciar como me equivocaba entonces (No es ironia; equivocarse es la unica forma de aprender). Pero me deje tentar por algunos temas y ensaye borradores que subi en estas semanas.
Ahora voy a copiarles aqui, casi integro, uno de esos, de julio 2010. Lo escribi a proposito de discusiones sobre los vinculos entre macrismo y peronismo disidente – algo que no esta totalmente desactualizado – pero las circunstancias son muy distintas, y como pieza de actualidad no sirve.
Pero tiene algunas ideas que sigo sosteniendo, un debate con Ezequiel Meler que siguio en la columna de comentarios y pueden ver aqui – en el posteo original -, y una preocupacion que me parece de actualidad, para el peronismo realmente existente. Ustedes juzgaran:
Hace mucho tiempo que quiero escribir, en primer lugar para precisar mis ideas, sobre los vínculos entre izquierda, derecha y peronismo en Argentina. Algo subí varias veces a este blog, y comenté en otros, pero encarar ese tema seriamente requería, requiere, más tiempo y capacidad de reflexión del que tengo disponible.
Porque tanto la izquierda como la derecha han tenido expresiones muy diferentes y a veces opuestas en las últimas décadas en nuestro país. Y no hace falta remarcar las transformaciones que sufrió (sufre) el peronismo.
La deuda, en primer lugar conmigo mismo, sigue pendiente. Pero mi lúcido amigo Ezequiel Meler acaba de subir dos posts que, unidos al artículo de Julio Burdman que copié hace muy poco aquí, simplemente me desafían a decir algo.
En el primero de esos posts, , Ezequiel analiza críticamente la situación de la izquierda en el mundo actual, citando a Vattimo y Tattián, a partir de una determinada visión de la derecha actual: “Desde mediados de los años setenta, la noción de “derecha” ha sido crecientemente monopolizada por los pensadores neconservadores ligados al resurgimiento neoclásico. Para ellos, el gran enemigo era el Estado, y en él, el entero orden social emanado de la segunda posguerra. El estancamiento y la inflación eran resultado del déficit fiscal de un agente estatal que se había extendido demasiado en sus funciones específicas, y que debía dejar su lugar a la inversión privada.
Esta nueva revolución conservadora tuvo sus epígonos más importantes en Margaret Tatcher y Ronald Reagan. Pero su mayor éxito residió en el campo de la cultura: la capacidad de impregnar el sentido común dominante … y llevó a sus sucesores, inclusive aquellos que procedían del tronco progresista, a aceptar una autolimitación para gobernar que en la práctica los privaba de dicho ejercicio, dejándoles la mera función de administrar. Es drama puede observarse tanto en el socialismo español o francés como en el “nuevo laborismo” británico.
Esta nueva derecha, convertida en pensamiento único por la derrota estratégica, política e ideológica, por no decir cultural, de los viejos modelos (de izquierda), vio en el Estado de Bienestar a su primordial enemigo, y se ha dedicado con notable ahínco a desarmarlo, pieza por pieza. Frente a ello, gran parte de la vieja cultura de izquierda se convirtió en una cultura de resistencia, de preservación de lo público“.
Vale. Creo que es una síntesis válida de la lucha política de los últimos 40 años en las sociedades del Atlántico Norte. Que, como Meler sería el primero en señalar, ha tenido su contrapartida – en un nivel más berreta, claro – entre nosotros: Alsogaray, Martínez de Hoz, Cavallo simbolizan tres etapas distintas en el desarrollo de una nueva derecha argentina, desplazando otros proyectos anteriores: el tradicional conservadorismo liberal antiperonista; el ideal de la Nación Católica que la Iglesia impulsó a partir de los ´30 y que parte de su jerarquía nunca abandonó del todo; el industrialismo autoritario que sobrevivía en sectores del viejo partido militar. Entiéndame, no estoy diciendo que los sectores que se identificaban con esos proyectos perdieron todo su poder (aunque la etapa Menem-Cavallo los descalabró), pero sí que ya no pudieron impulsarlos.
Pero… como toda síntesis, esa deja afuera elementos importantes. En EE.UU., por ejemplo, no se puede entender su desarrollo político si no se entiende que Reagan supo convocar al patriotismo tradicional norteamericano, ultrajado por la derrota en Vietnam y el aparentemente débil progresismo de Carter. Eso le dió los votos de una parte importante de la clase obrera yanqui, que hasta entonces seguía a los Demócratas.Y también fue Reagan quien forjó una alianza sólida con los sectores más religiosos de su sociedad. Aún hoy, los estados “rojos”, los que votan Republicano, son en general los más tradicionales, la “América profunda”.
Se dirá que poco que ver con nuestra derecha, o lo que se llama ahora con recato “centro derecha”. Y es cierto. Pero en esa descripción se encuentra un eco de lo que solía llamarse la “derecha peronista”. No estoy ahora – ya lo dije – en condiciones de profundizar sobre la realidad de la izquierda y la derecha en el peronismo. Puedo adelantar que creo evidente que desde el comienzo coexistieron en él esa pasíón por la justicia y la igualdad que son los mejores valores de la izquierda, con la afirmación de la identidad, del patriotismo y de los valores tradicionales que solían identificarse con la derecha. Justamente, desde el enfoque de los “liberals” que describe Burdman.
¿Dónde va esta reflexión? ¿Y por qué hablo de un “éxito de Macri” cuando sus aliados, su padre y su propia torpeza política se unen para golpearlo? Bueno, en el segundo post que me referí, un análisis de la coyuntura, Ezequiel dice”el sueño macrista de una derecha moderna, urbana, aséptica y exitosa se encuentra al borde del más vergonzante de los naufragios“.
Y es en eso que yo no estoy de acuerdo. Ese “sueño de una derecha moderna, urbana, aséptica y exitosa” continúa en pie, aunque Mauricio tambalee. Hace un año, ganó las elecciones en la Provincia de Buenos Aires, con la candidatura aún más aséptica de Francisco De Narváez, y en la Capital Federal, aunque aquí sus votos disminuyeron mucho en relación a su momento más feliz. Es decir, ganó en los dos distritos electorales más grandes. Y, lo que preocupa más a un peronista tradicional como yo (y como bastantes más), al que el progresismo incorporado en la coalicion oficialista deja frío, los sectores del peronismo que ya se han definido contra el liderazgo K no han podido ofrecer hasta ahora una propuesta claramente distinta de la que enarboló el macrismo.
Mis amigos peronistas anti K, por supuesto, discutirán furiosamente esta afirmación … Pero me parece evidente que si el “peronismo federal” es acusado por el aparato mediático oficialista de ser la derecha, ciertamente no es la vieja derecha peronista. Ni tampoco, por supuesto, la izquierda peronista. No tener una definición clara es casi una marca de fábrica de Mauricio Macri. Por todos sus problemas, puede jactarse de haber hecho escuela.
Creo que queda mas o menos claro el porque me senti tentado a subir de nuevo este posteo al blog. Mas alla de las circunstancias cambiantes, encuentro que algo permanece: la oposicion al kirchnerismo con origen peronista – aun la que cuenta con estructuras sindicales – no deja de identificarse, en su discurso y en sus alianzas politicas, con las consignas de una derecha light en lo cultural y “liberista” en lo economico-social. Comparto las preocupaciones que expresa en la columna de comentarios del posteo anterior, y en otros sitios, mi amigo Manolo Barge. Pero la politica cotidiana – y las elecciones – consisten en elegir entre alternativas. Veamos lo que hay, si aspiramos a construir respuestas nuevas (Esto de “construir respuestas nuevas” vale tambien para el gobierno, claro. O alguien cree que se van a ganar las elecciones de octubre repitiendo simplemente lo maravillosamente bien que estamos?).

fuente: ABEL

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