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lo que defiendo, lo que muchos defendemos, no es un nacionalismo pelotudo... sino un par de ideas, resignificadas hoy, libertad e igualdad... ideas profundamente mestizas aquí en Abya Yala, y aunque respeto toda otra posición cultural-política, creo, sinceramente, que es desde esta Gran Tierra, unidos, en comunidad, aceptando profundamente nuestra realidad mestiza -el uno- es que el Abya Yala florecerá... y que todos los enormes esfuerzos de Occidente por destruirnos, por separarnos, por vulnerarnos y conquistarnos, demostrarán inversamente la magnificencia de nuestra sonrisa, de nuestro futuro... por los Padres Libertadores del Pasado, Por los Hermanos Libertadores de Hoy, por Nosotros y los que Vienen... SUMAQ KAWSAY!... y eso tal vez parezca anárquico...pero tal vez esta anarquía sea un nuevo orden... opuesto al actual, sin dejar de reconocer lo alcanzado... por todos...
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miércoles, 11 de septiembre de 2013

Victoria y desestabilización

 Por Atilio A. Boron *

                    El 4 de septiembre de 1970, Salvador Allende, el candidato de la Unidad Popular –coalición formada por los partidos Comunista, Socialista y Radical y otras tres pequeñas agrupaciones políticas–, obtenía la primera minoría en las elecciones presidenciales chilenas. Allende representaba la línea más radical del socialismo chileno y durante la década del 60 había demostrado en los hechos su profunda solidaridad y amistad con el pueblo y el gobierno cubanos, a punto tal que cuando se crea la OLAS, la Organización Latinoamericana de Solidaridad, para defender a la cada vez más acosada Revolución Cubana y ofrecer una cobertura a la campaña del Che en Bolivia, la presidencia de esta institución recayó en las manos del por entonces senador chileno. Tres candidatos se presentaron a las elecciones del 4 de septiembre: aparte de Allende concurría el candidato de la derecha tradicional, el ex presidente Jorge Alessandri; y el de la desfalleciente y fracasada Revolución en Libertad, impulsada por la democracia cristiana, Radomiro Tomic. Al final de la jornada, el recuento arrojó estos guarismos: Allende (UP), 1.076.616 votos; Alessandri (Partido Nacional), 1.036.278; y Tomic (DC), 824.849. La legislación electoral de Chile establecía que si el candidato triunfador no obtenía la mayoría absoluta de los votos, el Congreso Pleno debía elegir al nuevo presidente entre los dos más votados. A nadie se le escapaba la enorme significación histórica que asumiría la consolidación de la victoria de Allende: sería el primer presidente marxista de la historia, que llegaba al poder en un país de Occidente en el marco de las instituciones de la democracia burguesa y en representación de una coalición de izquierda radical. El impacto en la derecha latinoamericana y mundial de la victoria de Allende fue enorme y tremendas presiones desestabilizadoras se desataron desde la misma noche de su victoria.
El Congreso fijó para el día 24 de octubre de 1970 la fecha de la sesión que confirmaría el triunfo de Allende. Pero un día antes un comando de la derecha hiere mortalmente, en un atentado terrorista, al general constitucionalista René Schneider, quien habría de morir pocos días después. Schneider había manifestado que las fuerzas armadas chilenas debían respetar el veredicto de las urnas y lo pagó con su vida. La CIA, que venía siguiendo los sucesos de Chile muy de cerca desde comienzos de los sesenta, fue la que, en colaboración con un grupo de la extrema derecha chilena, planeó y ejecutó ese luctuoso operativo. Pese a la conmoción del momento, el Congreso procedió a ratificar el triunfo de Allende por 153 votos contra 35 para Alessandri.
Vale la pena recordar estos antecedentes ahora que se acaban de cumplir 43 años de la magnífica gesta del pueblo chileno y de Salvador Allende. Y recordar también que, según documentación desclasificada de la CIA, el 15 de septiembre de 1970, pocos días después de las elecciones, el presidente Richard Nixon convocó a su despacho a Henry Kissinger, consejero de Seguridad Nacional; a Richard Helms, director de la CIA, y a William Colby, su director adjunto, y al fiscal general John Mitchell a una reunión en la Oficina Oval de la Casa Blanca para elaborar la política a seguir en relación con las malas nuevas procedentes desde Chile. En sus notas, Colby escribió que “Nixon estaba furioso” porque estaba convencido de que una presidencia de Allende potenciaría la diseminación de la revolución comunista pregonada por Fidel Castro no sólo a Chile sino al resto de América latina. En esa reunión, Nixon propuso impedir que Allende fuese ratificado por el Congreso a cualquier precio. Estas fueron sus instrucciones: “Una chance en diez, tal vez, pero salven a Chile. Vale la pena el gasto. No preocuparse por los riesgos implicados en la operación. No involucrar a la embajada. Destinar 10 millones de dólares para comenzar, y más si es necesario hacer un trabajo de tiempo completo. Mandemos los mejores hombres que tengamos. De inmediato: hagan que la economía grite. Ni una tuerca ni un tornillo para Chile. En 48 horas quiero un plan de acción”.
El encargado de monitorear todo el proyecto fue Henry Kissinger y ya sabemos cómo terminaría esta conspiración tres años más tarde.
Si miramos el panorama actual de América latina y el Caribe veremos que la actuación de Washington poco o nada ha cambiado. Que como decía la poesía de Violeta Parra, “el león es sanguinario en toda generación”. La actuación del imperialismo en los países de Nuestra América, y especialmente en la vanguardia formada por Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador, no difiere hoy lo que la CIA y las otras agencias del gobierno estadounidense aplicaran con salvajismo en el Chile de Allende: Schneider asesinado, Carlos Pratts asesinado en Buenos Aires, Orlando Letelier (ex canciller de Allende) asesinado a cientos de metros de la Casa Blanca, amén de los miles de detenidos, torturados y desaparecidos después del golpe militar de 1973. Sería ingenuo pensar que hoy, en la Oficina Oval de la Casa Blanca, el inverosímil Premio Nobel de la Paz convoque a sus asesores para elaborar estrategias políticas distintas en relación con las resistencias que se alzan en contra del imperialismo en Cuba como en Venezuela, en Bolivia como en Ecuador y, por añadidura, en toda América latina y el Caribe, región absolutamente prioritaria para preservar la integridad de la retaguardia imperial. En contra de los discursos colonizadores, racistas y autodescalificadores que pregonan la irrelevancia de esta parte del mundo, los trágicos sucesos de Chile ya demostraban hace más de cuarenta años nuestra crucial relevancia para la dominación global de Estados Unidos. Hoy podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que por comparación a lo ocurrido en aquellas aciagas jornadas de 1970, la importancia de Nuestra América es muchísimo mayor, como lo es la virulencia terrorista del imperio en su empeño por retrotraer la situación de nuestros países a la existente antes del triunfo de la Revolución Cubana. De ahí la necesidad de tomar nota de las lecciones que nos deja el caso chileno y no bajar la guardia ni por un segundo ante tan perverso e incorregible enemigo, cualesquiera sean sus gestos, retóricas o personajes que lo representen. Nixon, Reagan, Bush (padre e hijo), Clinton y Obama son, en el fondo, lo mismo: marionetas que administran un imperio que vive del saqueo y el pillaje, amparado por un formidable aparato ideológico y comunicacional y un todavía más tremendo poder de fuego capaz de eliminar toda forma de vida en el planeta Tierra. Sería imperdonable que nos equivocáramos en la caracterización de su naturaleza y sus verdaderas intenciones.
* Director del PLED, Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini.


fuente: Página 12

martes, 20 de agosto de 2013

Entrevista en VTV con Vanessa Davies sobre imperialismo/antiimperialismo


Comparto la entrevista que ayer noche me hiciera para Venezolana de Televisión (VTV) la periodista Vanessa Davies. Temas: imperialismo y anti-imperialismo, restructuración de las derechas, ofensivas desestabilizadoras, legado de Chávez, y otros temas anexos.


entrevista

fuente: Atilio Borón

viernes, 8 de febrero de 2013

“Socialistas”


 Por Atilio A. Boron

Un cable publicado el día de ayer en este diario (“Críticas del socialismo”) dio origen a una lamentable confusión debido a que en él se reproducían textualmente los infundios y descalificaciones que la Internacional Socialista (IS) dirigiera, ¡en nombre del socialismo!, en contra del gobierno del presidente Hugo Chávez. Tal como lo demostrara Lenin, la IS dejó de ser socialista hace 99 años, cuando estalló la Primera Guerra Mundial, y desde entonces su orientación se inscribió claramente en el horizonte político e ideológico de la burguesía y el imperialismo, abjurando de toda pretensión de construir el socialismo.
La actitud cómplice de los gobiernos y partidos socialdemócratas con el belicismo de la Casa Blanca, su desembozada colaboración en las guerras de saqueo y (re)conquista de Irak, Afganistán, Libia, Siria y ahora Mali, y su asumido papel de gestores de las políticas del FMI para enfrentar la crisis capitalista son más que suficientes para enjuiciarla por bastardear una noble divisa, “socialista”, y manipularla para convalidar las peores ignominias de nuestro tiempo. Reunidos en Portugal, esos partidos se hicieron eco de las acusaciones del desprestigiadísimo Movimiento al Socialismo de Venezuela y su ideólogo e inspirador, ahora desde fuera de las estructuras orgánicas, Teodoro Petkoff, y descargaron todo su odio en contra de un gobierno que hizo por los pobres de su patria y por la soberanía nacional más que todos los que le precedieron, razón por la cual el MAS y la Acción Democrática, el otro representante oficial de la IS en Venezuela, quedaron reducidos a una penosa insignificancia política.
El cable dice, erróneamente, que “los socialistas venezolanos obtuvieron también el respaldo de la organización en su denuncia del ‘autoritarismo’ de Chávez, su ‘caciquismo’ y la supuesta burla a la Constitución” que estaría siendo perpetrada por el gobierno bolivariano. También acusan a Caracas de sembrar “la confusión en sectores del movimiento democrático internacional” que lo apoyan. En realidad, si hay alguien que hace casi un siglo viene sembrando confusiones no es otra que la IS. Los socialistas venezolanos no son los que fueron al cónclave de la IS, sino los que se agrupan en el mayoritario Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y en las fuerzas aliadas. Los “críticos socialistas” del caciquismo y autoritarismo del gobierno bolivariano, preocupados por las sucesivas reelecciones de Chávez, jamás dijeron una palabra acerca de los catorce años continuados durante los cuales ejercieron el poder dos de las principales figuras de la IS: Felipe González, empeñoso lobbista de las transnacionales españolas, y François Mitterrand, o por los dieciséis del democristiano y socio de tantas tropelías, el alemán Helmut Kohl. Tampoco emitieron sonido alguno para condenar la inmoral campaña de prensa contra Chávez, sobre todo la que conduce el impresentable diario El País con aquella foto del escarnio y la vergüenza.
Sólo en medio de la confusión ideológica reinante podrían calificarse como “socialistas” las críticas que Petkoff, ex guerrillero reconvertido al neoliberalismo y fundador e inspirador del MAS, dirige con saña desde su periódico Tal Cual en contra de Chávez. Como verdadero “superministro” del gobierno ultraneoliberal de Rafael Caldera, el “Cavallo venezolano” aplicó a rajatabla las recetas del FMI, produciendo como su homólogo argentino las políticas que en ambos países culminaron con la mayor crisis social y los mayores índices de pobreza de la historia. En 2006, Petkoff intentó presentar su candidatura a presidente, pero ante la inocultable indiferencia ciudadana selló un pacto con Manuel Rosales, el equívoco candidato de la oposición antichavista. Poco después de las elecciones, el favorito de Petkoff huyó clandestinamente de Venezuela para no afrontar una acusación de enriquecimiento ilícito. Prófugo de la Justicia de su país y buscado ya por la Interpol, encontró nada menos que asilo político –una institución no precisamente concebida para dar refugio a delincuentes comunes– en el Perú de Alan García, otro santo varón de la IS y amigo del MAS venezolano. Estos son los autoproclamados socialistas que critican a Chávez.

fuente: Página 12

sábado, 3 de noviembre de 2012

"En el continente hay ochenta Lanatas, como hay ochenta Grondonas"

por Atilio Borón

3 Noviembre 2012
Días pasadas difundí una entrevista en donde hablaba de la "canalla mediática" y el golpismo permanente de la supuesta "prensa independiente". Comparto ahora con gran satisfacción una entrevista que le hicieran a un gran intelectual de Nuestra América, el filósofo y semíólogo mexicano Fernando Buen Abad, que se explaya largamente sobre el tema y explica con notable claridad didáctica el tenebroso submundo de los "medios independientes" y al servicio de quienes invariablemente se encuentran.



Fernando buen abad:
"EN EL CONTINENTE HAY OCHENTA LANATAS"
El filósofo de origen mexicano analizó la situación de América Latina. Reflexivo y profundo aseguró que “la arremetida que viene contra Cristina va a ser infernal”. Consciente de las dificultades que acarrea, pero también de la importancia que tendría reclamó una cumbre de presidentes en materia de comunicación y sentenció: “Los monopolios mediáticos están detrás de todos los golpes de Estado que hemos tenido”.
Por Héctor Bernardo
Entre muchos otros aspectos de su desarrollo académico y profesional, Fernando Buen Abad es doctor en Filosofía, master en Filosofía Política, licenciado en Ciencias de la Comunicación, docente de grado y postgrado en materias de Semiótica, Cine, Producción. En charla con Revista2016, este intelectual de origen mexicano que hoy reside en Buenos Aires habló sobre cómo, desde su campo de estudio, analiza la realidad latinoamericana, la problemática comunicacional de la región, y fue contundente al asegurar que Jorge Lanata “es un calumniador serial”.
-¿Cómo analiza la situación actual latinoamericana?
- Primero hay que decir que yo trabajo desde el campo de la filosofía, y para mí esa palabra es sinónimo de lucha. En ese sentido, entiendo que el concepto de lucha es una categoría fundamental para todos nosotros, por lo que debemos identificarlo y analizarlo donde se presente. Ahí donde haya una expresión de la lucha, ahí donde haya un cauce por donde se libere esa expresión, ahí hay que poner la mirada.
El siglo XX, con el desarrollo de los medios de comunicación, nos ha aportado una experiencia que ha ayudado a enriquecer el estudio de las luchas. Algunos llaman a este escenario “civilización de la imagen”.
-Esas luchas han generado la reacción de los sectores conservadores. Reacción que en algunos casos ha sido muy violenta.
- Esto que defino como los torrentes expresivos de las luchas también ha presionado a los viejos estamentos. El capitalismo todo está en una crisis global. Se están cayendo a pedazos las fórmulas que se consideraban intocables. El modelo económico capitalista ha demostrado su envilecimiento, ha perdido lo que tuvo de revolucionario cuando sacó a la humanidad de la edad media. Hoy ha frenado toda su capacidad de transformadora y se ha vuelto maquina destructora.
Esto se da porque por debajo los pueblos están insatisfechos, porque no puede ser que la riqueza esté tan pésimamente distribuida, que se esté depredando la riqueza del planeta de una manera tan insensible, tan irracional, tan suicida. No es posible que un planeta que es capaz de producir alimento para cuatro veces su población tenga las manchas de miseria y de hambruna que tiene. Y esta crisis estalla producto de la presión de abajo. Presión que se da contra un sistema que de por sí está incapacitado para darle espacio a una gran mayoría.
(Clic abajo para continuar)

-¿Esta crisis del capitalismo es terminal o es, como han planteado algunos filósofos, como un árbol que se deshoja por partes y que después vuelve a florecer?
- Soy de los que creen que esta es una crisis terminal. Coincido con la mirada que han expresado Correa, Chávez y Evo en el sentido de que esto no tiene compostura. No es que sea una parte del sistema lo que anda fallando, es el sistema mismo el que no tiene posibilidades de sobrevivencia. En su propia lógica está contenida su incapacidad de sobrevivencia. El punto es que no se cae sólo y eso es muy claro, hay que tener la capacidad organizativa, hay que tener la capacidad política, hay que saber salir de esta crisis de dirección revolucionaria que la humanidad padece. Todavía el traccionarse, el sectarismo, la atomización de la fuerzas son nuestra enfermedad más grande.
Los pueblos que han logrado un mínimo de cohesión son los que están dando el ejemplo de por dónde se puede avanzar.
-¿Esas crisis terminales, no suelen provocar miedo al punto de volver conservadora a gran parte de la sociedad?
- Sí, y con razón. Todos nos espantamos y decimos: “¿qué va a pasar con esto?”. Hay personas que son solidarias con el capitalismo y que derraman una lágrima cuando piensan que se va a caer. Pero tiene que ver con las deformaciones a las que hemos sido sometidos, con el bloqueo informativo y con la ignorancia. Buena parte de los miedos vienen de la ignorancia.
Imagínate que hoy en Buenos Aires hay personas que tienen pánico de salir a la calle porque está toda esta avalancha de desinformación que dice que te mueres, que en la esquina te asaltan cuarenta, y todos los que salimos decimos: “Pues debe ser que sí es un problema serio la inseguridad, pero no es ese Apocalipsis que pintan algunos medios”. Sin dudas que el terrorismo mediático juega un rol clave.
Una buena autocrítica implicaría preguntarnos por qué las fuerzas transformadoras, revolucionarias o de izquierda no hemos podido construir prestigio para nuestras ideas.
-Al analizar ese problema, ¿usted haría hincapié en lo discursivo?
- Sí, pero no solamente en el discurso, porque el relato tiene que ver con la acción. Si no hay correspondencia con los hechos, el relato por sí mismo acaba siendo ficción, evasión, ilusionismo. Creo que tiene que haber una correlación de avance político y en lo económico que tiene que estar acompañado de una construcción correcta del relato.
Por ejemplo, en Venezuela hay grandes avances en distintas actividades, pero no nos enteramos porque hay un bloqueo mediático brutal. Sumado a eso, hay grandes operaciones mediáticas, como la de este hombre que se hace llamar “periodista”, de apellido Lanata, que es un calumniador serial. Eso nos genera un gran problema, que es que el relato sobre los verdaderos logros no llega a darse.
La problemática comunicacional, por lo que nos bloquea, por lo que nos silencia, por lo que nos hunde en la ignorancia es un problema de seguridad regional.
Las cadenas mediáticas, los monopolios mediáticos están detrás de todos los golpes de Estado que hemos tenido. Hace unos meses, Manuel Zelaya me decía: “Mira, en lo que va del siglo XXI ya son siete los golpes de Estado en América Latina y atrás de todos: la operación mediática”. Los imperios mediáticos amenazan a Chávez, a Correa y a Cristina. O sea, es un escenario de complejidad continental. Por eso he venido insistiendo en una cumbre de presidentes en materia de comunicación. Es indispensable, como así también lo es un foro social de la comunicación que permita abordar los temas urgentes.
-¿Qué implicaría realizar esa cumbre de presidentes sobre comunicación?
- Por un lado, son muchos los millones de dólares que transferimos anualmente por razón tecnológica. Si nos volviéramos compradores organizados tendríamos fuerza política. Sólo hay que imaginarse lo que sería planificar las compras de tecnología para América Latina sobre un proyecto de desarrollo comunicación continental. Junto a eso discutamos leyes, porque el problema de los avances jurídicos en materia de comunicación es que están todos atomizados; Correa hace unos por allá, Chávez hace otros por su lado y Argentina por el suyo. Sería fundamental una gran alianza constitucionalista a nivel continental que nos dejara levantar el derecho de comunicación al nivel de derecho humano fundamental para que no se pueda seguir manejando como mercancía, como propiedad privada. Eso significaría un salto cualitativo.
Otro aspecto de la problemática dura para una cumbre de presidentes sería el problema de la soberanía de contenidos. Todavía no somos capaces producir nuestra agenda. No hay unidad continental de agendas. Ahorita mismo, si pudiéramos hacer una estrategia comunicacional de medios alternativos y comunitarios y de medios servicios públicos de los gobiernos podríamos advertir sobre la arremetida que viene de acá a diciembre contra Cristina, por la Ley de Medios, que va a ser infernal. Hoy el derecho legítimo de la población a escuchar a la Presidenta hablar en cadena nacional es un frente de críticas que no hemos sabido cómo contestar.
-Recientemente se dio que Jorge Lanata, en el programa que tiene en canal 13 y en su columna en el diario Clarín, realizó un ataque muy duro hacia el Presidente Chávez. Al mismo tiempo, la cadena TN difundió una supuesta encuesta que daba ganador a Capriles por tres puntos, cuando hasta las encuestadoras de la oposición reconocen que Chávez estaría entre 10 y 15 puntos arriba de su rival. ¿Cómo evalúa que en Argentina el medio monopólico más importante se haya metido de lleno en la campaña electoral venezolana?
- En realidad no es solamente Argentina. En esta danza está el Grupo Prisa de España, que es uno de los principales inversionistas en Repsol; está metida la British Petroleum, que tiene proyectos de inversión y explotación en todo el continente; está la CNN, Televisa de México, Globovisión de Venezuela, O Globo de Brasil, El Mercurio de Chile, Caracol de Colombia, y Clarín y la Nación de Argentina. Es decir, todo el catálogo de los medios golpistas en América Latina, todos están ensamblados en el mismo acuerdo. Cualquier cosa que anuncia Alberto Ravel (propietario de la cadena Globovisión) en Venezuela, la repite TN en Argentina y la levanta el Grupo Prisa en España. El mismo discurso lo replican continentalmente a través de sus distintos Lanatas, porque en el continente hay ochenta Lanatas, como hay ochenta Grondonas. Se repite ese esquema porque en todos lados necesitan voceros de ese calibre de servilismo.
La matriz se basa en decir que Chávez es un dictador, que es ineficiente y que profesa un autoritarismo de tufo comunista procubano –lo cual asusta mucho a ciertos sectores del gorilismo en todo el continente–,  aseguran que todo está crispado porque hay excesiva inflación y violencia y que Chávez tiene una cómplice que se llama Cristina, a la que le da órdenes como si fuera su jefe. Esa es la matriz con la que trabajan en todo el continente. Eso tiene un tufo al modelito Siria, al modelito Libia: fabrican algunos focos de supuesta insurrección de un pueblo que dicen que está harto de todo eso y en lugares como Zulia o Táchira siembran episodios insurreccionales, porque mercenarios para eso sobran. Y no estoy hablando de situaciones ficticias, acaban de detener en Venezuela a varios hombres que son de este perfil, formados en Estados Unidos, con experiencia de actividad terrorista, que se paseaban  por esa zona.
Para ese modelo necesitan estigmatizar a Chávez y eso produce repudio generalizado y miedo en aquellos que muerden ese anzuelo. He conversado con jóvenes que ni la deben, ni la temen; ni se enteran, ni saben, pero tú les preguntas qué piensan de Chávez y sin saber nada te dicen que le tienen miedo, que es un dictador y que es un autoritario, y cuando les cuentas el ejercicio democrático que tienen en Venezuela no te creen, porque no les ha quedado margen para darle crédito a eso.
- Los grandes medios también han construido un estereotipo del nuevo referente de la derecha, como es Peña Nieto en México, Capriles en Venezuela, Macri en Argentina…
- Y Santos en Colombia y Piñera en Chile. Todos tienen esa impronta de yupis, jóvenes empresarios, pulcros de la moral del capitalismo joven, algunos llegan a decir que son progresistas,  incluso juegan con vocabularios que no les son propios. El mismo Capriles dice que él es un hombre progresista, que tiene ideas de izquierda…
- En algún momento llegó a decir que su referente es Lula.
- Sí, y ya Lula dijo “¡No, por favor!”. Pero como te decía, el problema no es lo que ellos digan, el problema es cómo nosotros podemos contrarrestar esa ofensiva. Buena parte del trabajo es el archivo, la historia de estos personeros es absolutamente negra. Peña Nieto es el autor de uno de los actos represivos más terribles que México ha vivido en los años recientes, puso en evidencia las nuevas técnicas de la represión, que incluyen la violación de las mujeres por parte de la policía. No se nos va a olvidar Atenco. Estos tipos son criminales. Pero la protección que ha tenido por parte del aparato mediático mexicano - que es una de las mafias mediáticas más brutales de América Latina-  ha sido enorme.
Yo estoy convencido de que la alianza que va a hacer Peña Nieto con Santos y con Piñera, y probablemente con el presidente de Perú, Ollanta Humala, implique que estos cuatro países -que tienen tratado de libre comercio con Estados Unidos- se asocien para proponer que se resucite el cadáver del ALCA, que está enterrado aquí en Mar del Plata, que está sepultado porque Néstor Kirchner tuvo la fortaleza de decirles: “no nos prepoteen”. Pero estoy convencido que estos personajes van a venir a tratar de levantar su zombie, que tal vez tenga otro nombre, pero el mismo propósito.
http://www.revista2010.com.ar/america-latina/fernando-buen-abad--en-el-continente-hay-ochenta-lanatas.php

fuente: Atilio Borón