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lo que defiendo, lo que muchos defendemos, no es un nacionalismo pelotudo... sino un par de ideas, resignificadas hoy, libertad e igualdad... ideas profundamente mestizas aquí en Abya Yala, y aunque respeto toda otra posición cultural-política, creo, sinceramente, que es desde esta Gran Tierra, unidos, en comunidad, aceptando profundamente nuestra realidad mestiza -el uno- es que el Abya Yala florecerá... y que todos los enormes esfuerzos de Occidente por destruirnos, por separarnos, por vulnerarnos y conquistarnos, demostrarán inversamente la magnificencia de nuestra sonrisa, de nuestro futuro... por los Padres Libertadores del Pasado, Por los Hermanos Libertadores de Hoy, por Nosotros y los que Vienen... SUMAQ KAWSAY!... y eso tal vez parezca anárquico...pero tal vez esta anarquía sea un nuevo orden... opuesto al actual, sin dejar de reconocer lo alcanzado... por todos...

domingo, 30 de diciembre de 2012

En 2013, Organizar y Consolidar el proyecto nacional

Jorge Makarz y Equipo de Iniciativa
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El 2012 llega a su fin y nuestro país, en el contexto de una difícil situación internacional, sigue dando pasos firmes hacia la consolidación de un modelo de desarrollo con inclusión social que deje atrás definitivamente la herencia que el neoliberalismo nos legó hace ya diez años. El gobierno nacional revalidó este año la legitimidad obtenida con el amplio triunfo electoral de octubre de 2011 y demuestra, a pura iniciativa política y decisión, que el ciclo de cambios iniciado en 2003 con la presidencia de Néstor Kirchner, sigue construyendo una Argentina más justa y, por eso mismo, enfrentándose a nuevos desafíos para resolver los temas pendientes.
2
En sintonía con los países de la región, nuestro país está en una senda de reconstrucción luego de la pesada carga destructiva que el neoliberalismo tuvo sobre el estado y la sociedad. Aun en el marco de un crecimiento económico moderado –algo destacable en un 2012 signado por las recesiones europea y estadounidense-, el gobierno nacional argentino ha tomado decisiones valientes que se apartan de las recetas ortodoxas (que el propio kirchnerismo cuestiona desde 2003) y dan cuenta de una visión económica que, sacándose los últimos lastres que persisten del paradigma neoliberal, se obliga a estar al servicio de los intereses populares y del genuino desarrollo nacional. En este sentido, en línea con aquellas medidas tempranas como la reestatización de los fondos jubilatorios para la ANSES, la nacionalización de Aerolíneas, la incorporación de más de 2 millones de jubilados al sistema provisional y la Asignación Universal por Hijo, por mencionar solo algunas de 2003 a 2009, en este 2012 pueden tomarse tres medidas puntuales que  prolongan y profundizan el sentido de esas reformas. Éstas son la recuperación de YPF, el Plan Pro.Cre.Ar y la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, que constituyen pasos centrales –que en el mediano y largo plazo tendrán consecuencias estructurales- para consolidar ese cambio de paradigma. La nacionalización -aun no suficientemente  valorada- de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) fue sin duda  uno de los mayores logros de este año. Así, se puso fin al saqueo de los recursos que había llevado a cabo Repsol, siendo un gran puntapié para potenciar y complejizar el desarrollo industrial. Asimismo, se trata de una reivindicación soberana (no olvidemos la importancia que tenía la recuperación de YPF dentro de las consignas históricas del campo popular a partir de los ´90) por la intervención del Estado en la economía. En otra victoria de autonomía económica, el 2012 también fue el año en que se reformó la Carta Orgánica del Banco Central,  instrumento clave que le permite a la entidad involucrarse en el desarrollo del país en aspectos tales como empleo e  industria, además de modificar por completo la Ley de Convertibilidad de la era neoliberal. Por último, el gobierno comenzó a debatir y actuar concretamente uno de los temas pendientes de la Argentina de los últimos tiempos: el problema del acceso al suelo y la vivienda, cuya mercantilización extrema significaba la negación de derechos para millones de Argentinos. Aun cuando se trata de un punto de inicio en materia de suelo y vivienda, el Plan Pro.Cre.Ar estimula la construcción y el crédito para garantizar una mayor accesibilidad al derecho al hábitat y la vivienda.
En el terreno de los grandes desafíos de política interna aun pendientes, cuyo éxito también depende de la prolongación de los cambios mencionados mediante nuevas herramientas como una Ley de Servicios Financieros, están una mayor educción de la informalidad laboral y el mejoramiento del sistema de transportes de nuestro país.
3
A fines del año pasado destacábamos la importancia que la integración regional tiene para dar sentido al cambio político latinoamericano y actuar de conjunto en una economía internacional con un horizonte difícil. Sin dudas, el nuevo triunfo electoral en 2012 del proceso bolivariano venezolano encabezado por Chávez –símbolo en 1998 del puntapié inicial del giro político de la región frente a los programas neoliberales predominantes en el mundo- revitaliza el sentido de la consolidación de la integración política, económica y social. El 2012 también ha sido un año de grandes avances en la institucionalidad de la región, con la incorporación de Venezuela como miembro pleno del MERCOSUR, pero también de señales de alerta -que recuerdan los casos de Honduras y los intentos en Bolivia y Ecuador -como el repudiable golpe institucional contra Lugo en Paraguay, condenado enérgicamente por la UNASUR (incluyendo aquellos países donde los últimos reductos liberales dominan la política local); situación que convoca a no cejar ante las provocaciones contra la profundización democrática de la región,
Y en el mismo sentido del fortalecimiento de la democracia, también en nuestro país la discusión del poder ha tenido nuevos capítulos en 2012: si en 2008-2009 predominó la discusión con el sector privilegiado de las patronales agropecuarias en torno a la intervención estatal en la orientación del rumbo económico (la recordada disputa por la 125), este año se ha profundizado el debate del papel de los sectores financieros y de los grandes conglomerados mediáticos concentrados. En este último caso, este año -junto a la resistencia por la aplicación de la Ley de Medios- vimos cómo la vocación de los medios hegemónicos por organizar la oposición política (un impulso que había nacido con las elecciones legislativas de 2009 y que también es un fenómeno que ocurre a nivel latinoamericano) ha fracasado porque no están sostenidos por un proyecto político alternativo. Respecto de la propia oposición política partidaria, la entelequia del “frente antikirchnerista” (una consigna vacía sin perfil ni programa común) sigue siendo el resultado imaginario de políticos que no transcienden más allá de sus territorios y de partidos que, lamentablemente, han perdido la capacidad de una construcción política acorde a los cambios en curso. La (unívoca) estrategia de negación absoluta de un proyecto nacional que construyó y retuvo mayorías durante diez años conflictivos en lo interno y externo parece estar llegando a su fin. Un diagnóstico que seguramente las mayorías tendrán en cuenta en el próximo periodo electoral de 2013. En el terreno propio de las fuerzas del proyecto nacional, destacamos la construcción y consolidación de “Unidos y Organizados”, integrados por movimientos  y espacios que unifican el respaldo al proyecto (La Cámpora, el Movimiento Evita, Kolina, Nuevo Encuentro, la CTA de los Trabajadores, MILES, Tupac Amaru, El Frente Transversal y todas las fuerzas que organiza la Corriente Nacional de la Militancia) y que, indiscutiblemente, se presenta como una referencia y herramienta central para la militancia y para los futuros alineamientos internos del proyecto.
4
El cambio de año nos convoca a seguir redefiniendo la potencialidad transformadora de un proyecto nacional que ha dado sobradas muestras de estar a la altura de las dificultades en el camino y de redoblar la apuesta en la construcción de mejores herramientas de la democracia. El rumbo iniciado en 2003 necesita del apoyo popular que ratifique –con reconocimiento y también con nuevas demandas- la voluntad de continuar las transformaciones en curso y la discusión de las estructuras de poder que, en ese avance, reclaman sus privilegios perdidos.

Desde Iniciativa les deseamos felices fiestas y un gran 2013 para seguir en la construcción colectiva del proyecto nacional.

Fuente: INICIATIVA

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