Entrevistamos en exclusiva a Enrique Martínez,
ex-Presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
Ingeniero Químico, anteriormente fue Decano de la Facultad de Ingeniería
de la UBA, Diputado Nacional y Secretario de PyMEs de la Nación. En
esta oportunidad, explica las consecuencias de la privatización de YPF
en los ´90 y analiza hacia donde deber orientarse la gestión de la
empresa re-estatizada. También reflexiona sobre cómo profundizar y
extender en todo el país el proceso de reindustrialización iniciado en
2003. Leer más.
¿Cuáles fueron las principales consecuencias de la privatización de YPF en los ´90?
Hay varias consecuencias negativas concurrentes.
Desde el punto de vista comercial, el país perdió la posibilidad de
tener una empresa que fuera referente de precios en el mercado. En
cuanto a la exploración y aseguramiento de reservas, ni que hablar: si
YPF se hubiera comportado con un sentido nacional pleno hoy se tendría
reservas muy superiores y además podría tomar a su cargo áreas de otras
empresas que no hubieran acompañado la dinámica. Finalmente, tal vez más
crítico que todo el resto, desapareció la promoción de hecho que una
empresa nacional de esta envergadura representa para la industria
proveedora y para la investigación científica y técnica.
Teniendo en cuenta su artículo “Algunos
números sobre la cadena de valor del petróleo y gas”, ¿cuáles son los
principales datos a tener en cuenta?
El país no debe considerar aisladamente su balance
comercial externo de petróleo y combustibles, sino todos los elementos
derivados del petróleo, a través de la muy densa cadena de
transformación petroquímica. Si se considera ese escenario, el país
tiene déficit neto petrolero desde 2007, pero en todo caso ha tenido
déficit en todo aquello que no sea petróleo crudo y combustibles desde
siempre.
Esta situación es indicativa de un valor agregado
pendiente muy grande en esta cadena de valor, que no se limita al gasoil
o al gas natural.
¿Qué opina de la Ley de Re-estatización de YPF?
La re-estatización de YPF inicia un camino de
recuperación del protagonismo público en esta área. Por cierto, nada
diferente de lo que la gran mayoría de Estados de países petroleros han
considerado debía suceder.
¿Hacia dónde considera debe apuntar la gestión de la re-estatizada YPF?
La nueva gestión de YPF debe apuntar a recuperar el
autoabastecimiento, sin ninguna pasión por pasar a exportar un recurso
que no es renovable y en que los excedentes localizados deben ser
atesorados para las futuras generaciones. Un instrumento central en esta
lógica debe ser una red de proveedores fuerte y recuperar la capacidad
de realizar desarrollo en el país.
¿Cómo promover el desarrollo y la producción de otro tipo de energías? ¿Cuáles?
La energía eólica y la energía solar, ambas pensadas
como industrias integrales, tienen un amplio margen en el país. Es
enteramente admisible pensar que más de un tercio de la energía
eléctrica domiciliaria debería ser aportada por esta vía en una década.
¿Cuáles considera que son los principales desafíos hacia la consolidación de un proceso de re-industrialización en Argentina?
Construir actores nacionales. En la medida que siga
siendo indiferente el carácter del inversor y en tal sentido predominen
las corporaciones multinacionales, veremos bloqueada nuestra capacidad
de investigación y reemplazados los posibles proveedores nacionales por
importados, de manera arbitraria. Asimismo, es fundamental ver a las
actuales importaciones como un enorme mercado de más de 70000 Millones
de dólares anuales, al cual se puede atender con producción local en no
menos del 50%.
¿Es posible extender este proceso en todo el país? ¿Cómo?
Esta tarea es difícil en tanto se deje la iniciativa a
inversores genéricos. Se facilita si se advierte que en todo lugar
donde vivan compatriotas hay necesidades básicas y menos básicas a
atender; que muchas de ellas dependen de productos con tecnología de
manufactura conocida y sin grandes problemas de escala; que puede y debe
haber organizaciones públicas que difundan esas tecnologías y
construyan de tal modo actores productivos locales.
¿Cuáles cree que son las áreas, rubros o actividades con mayor potencial?
Además de la atención de las necesidades básicas
locales, es importante entender que hoy el país importa decenas de
productos de factible producción local. Si no concentráramos la mirada
en la especialización exportadora, error inercial del liberalismo de los
’90, advertiríamos la pléyade de bienes de diversa complejidad que el
país está importando, cuando los puede producir localmente, si se cuenta
con un plan sistemático de promoción económica y apoyo tecnológico para
ello.
¿Qué rol debe ocupar el proceso de integración regional? ¿Cómo armonizar las diferencias comerciales?
La integración regional es hoy más importante tal vez
que nunca. Argentina y Brasil no solo pueden liderar este proceso, por
su capacidad de transferir tecnología al resto, sino que pueden
complementar sus economías si logran superar confrontaciones
lamentables, detrás de muchas de las cuales está el interés de
corporaciones multinacionales que están instaladas en ambos países. Se
necesita la visión de estadistas que promuevan organizaciones bi o
plurinacionales, con participación pública y privada, capaces de llevar
adelante producciones tanto para la región como para Asia y África.
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