por Santiago ibarra
La legisladora Laura Alonso cuestionó la
designación Martín Sabbatella, nuevo presidente de la Autoridad Federal
de Servicios de Comunicación Audiovisual,
por considerarlo dependiente del poder político.
El día 1 de
octubre de 2012, en el horario del mediodía, la presidenta Cristina Fernández
de Kirchner designó a Martín Sabbatella como presidente de la Autoridad Federal
de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), organismo creado a partir de la Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual (LSCA) en 2009 y cuya función consiste en asegurar el
abaratamiento, la universalización y la democratización de las nuevas
tecnologías de información y la comunicación audiovisual. Hasta el momento de
su designación, Martín Sabbatella era un legislador adherente al kirchnerismo,
presidente del bloque de centroizquierda Nuevo Encuentro, con una gestión en el
difícil municipio de Morón donde supo implementar una serie de principios con
muy poco peso electoral: transparencia, derechos humanos, información pública y
democratización fueron los ejes que le valieron premios, distinciones y un
fuerte respaldo de personalidades y organismos de derechos humanos.
Sabbatella
asume en un difícil contexto. El martes 22 de mayo la Corte Suprema de Justicia se
pronunció en una acordada sobre la causa "Grupo Clarín SA y otros sobre
medidas cautelares", por la cual el
7 de diciembre vencerá la medida cautelar interpuesta por el Grupo Clarín que
suspendió el artículo 161 de la
Ley de Comunicación Audiovisual, con la aclaración de que
"las cautelares no pueden sustituir la solución de fondo". La Corte
sostuvo que el plazo
de 36 meses comenzó a correr desde la fecha de notificación de la medida
cautelar y no del día en que la demanda sobre la cuestión de fondo fue
puesta
en conocimiento de la contraparte, lo que ocurrió el 17 de noviembre de
2010. Señala
además que, vencido ese plazo, "serán aplicables las medidas que al
incumplimiento -en cada caso- correspondiesen". Sin embargo, pese al
miedo del monopolio que reduce la LSCA a la adecuación (pérdida de
licencias), la implementación plena de la ley implica un salto de
calidad en contenidos.
Uno de los
miembros del poder legislativo nacional que más ha cuestionado la postulación
de Sabbatella ha sido la diputada Laura Alonso de la fuerza
liberal-conservadora PRO -quién como miembro de la
ONG Poder Ciudadano fue elogiosa al
premiarlo en 2010 como gestor de un municipio transparente- sostiene que la designada autoridad del AFSCA
(siendo adherente al actual gobierno nacional) no gozaría de autonomía frente a posiciones políticas coyunturales.
Alegre finaliza su nota con una serie de preguntas, todas ellas fácilmente
contestables.
1) ¿Por qué? Porque esta demostrado que no
es posible una ciudadanía auténtica sin la diversidad de medios y opiniones, lo
cual implica un avance hacia una más plena democracia comunicacional.
2) ¿Para qué? Para la conformación de una
sociedad más pluralista, donde todas las voces puedan ser incluidas y no
sojuzgadas por la violencia mediática de la libertad de empresa. Se insta a sí
a más y mejores contenidos en la información, que en tanto bien de interés
público, forma y construye la realidad de los ciudadanos.
3) ¿Con qué objeto necesita la Presidenta Fernández
de Kirchner un militante para hacer cumplir la ley de medios? El objetivo
de la LSCA exige
de convicciones profundas para soportar
las presiones que el poder político coyuntural opositor pueda ejercer para
salvaguardar los privilegios que el Grupo Clarín y los capitales
estadounidenses del Goldman Sachs mantienen en el mercado de medios de la Argentina. El coraje militante
de Sabbatella fue piedra angular de su prestigio, logrado a partir de la
presidencia desempeñada en una comisión investigadora que dio fin a un gobierno
violento, corrupto e ineficiente de Juan Carlos Morón, dirigente de la derecha
peronista entonces intendente de Morón con fuertes vinculaciones con la
organización terrorista ultraderechista Triple A. Morón, base de operaciones de
esta organización clandestina durante los años setenta, conoció en julio de
2000 un replanteo de la memoria histórica a a través de la conversión del ex
centro de detención clandestina Mansión Seré en la Casa de la Memoria y de la Vida.
4) ¿Por qué la Presidenta viola la ley
de medios y estándares internacionales designando a Sabbatella? La misma
condición de militante con la que se ha aludido a Sabbatella parecería encerrar
una respuesta inmediata a ese planteo. Se trata de la designación de alguien
que pueda prestar resistencia a la alianza político-económica-mediática, habida
cuenta de que la tarea a desarrollar no será nada sencilla dado el ejercicio mafioso que ha caracterizado al multimedio. Clarín, al mismo tiempo, cuenta con
la capacidad instalada para difundir su
discurso y seducir con su infraestructura a los candidatos opositores y aportarle
un crecimiento electoral.
5) ¿Qué autonomía frente a “presiones políticas
coyunturales” puede garantizar Martín Sabbatella como Presidente de AFSCA? Aunque Alonso lo niegue, las “presiones
políticas coyunturales” provendrán especialmente de la oposición, que ha
encontrado en los programas políticos de Clarín (especialmente del canal Todo
Noticias) una cómoda tribuna desde donde captar a indecisos y descontentos. La
trayectoria de Sabbatella como mandatario de Morón durante diez años avala al
respeto su capacidad de resistencia no sólo a “presiones políticas
coyunturales” sino incluso a un espíritu de época adverso.
6) ¿Qué protección “contra la debida interferencia
política y de otra índoles puede dar Sabbatella a la AFSCA si es un
“representante de la
Presidenta”? La legisladora opositora vuelve a incurrir
en una preocupación infundada, ya que Sabbatella al no haber gestionado el
AFSCA no puede acreditar prueba en contra; al mismo tiempo, carga con un
prestigio que sólo un necio dilapidaría. Es, asimismo, “representante de la Presidenta” cuya fuerza
política ha sido la principal impulsora del proyecto de Convergencia para una
Radiodifusión Democrática, organización de comunicadores alternativos cuya
albor trazó el diseño de la Ley
de Servicios de Comunicación Audiovisual sancionada en 2009. He aquí como el
discurso de la legisladora Alonso predomina
lo político por sobre la política, la chicana por sobre la propuesta, la
degradación del actual gobierno frente a la posibilidad de una plena vigencia
de una más plena pluralidad de voces.
Evidencia
reiterada de la ausencia de una construcción política sostenida en la
argumentación crítica y propositiva, el cuestionamiento de Laura Alonso desnuda
al mismo tiempo las debilidades e intereses del proyecto político opositor: la
falta de proyecto, sujeto político e iniciativas deriva en que el único
sustento electoral posible está dado en la expansión y publicidad que el multimedio
puede ofrecer, un nuevo escenario de pugna en al batalla por la democracia y la
equidad.
fuente: la polis interminable
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