9 de julio de 1816, en el Congreso reunido en la ciudad de San Miguel del Tucumán,
“los representantes de las Provincias Unidas en Sud América”,
declararon “a la fazde la tierra,
que es voluntad unánime e indubitable de estas provincias romperlos vínculos violentos que las ligaban a los reyes de España,recuperar los derechosde que fueron despojadas e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando 7°, sus sucesores y metrópoli”.
Y el 19 de julio, en sesión secreta, debatieron y resolvieron agregar a la fórmula del juramento, que se hizo el 21 de julio:
“y de toda otra dominación extranjera”.
UN
DIA DE BRONCA ALBERTO NADRA para "LA CHE" ¿Cómo puede ser que un
burócrata que ha mostrado su cara POLITICA con sus nuevas alianzas nos
explique por qué está mal el impuesto a las Ganancias a los trabajadores
y empleados medios?
Hace años que venimos diciendo que hay que
aprovechar el justo reclamo (y molestia) de los trabajadores para –con
su apoyo– eliminar esa medida, y reemplazar esos ingresos impositivos e
incluso superarlos con creces.
¿Cómo?
Para empezar, en lugar de
gravar salarios, gravar la renta financiera. A renglón seguido, algo
que hace tiempo este país tiene pendiente: hacer una reforma integral
del sistema financiero y tributario para que paguen los que más tienen,
premiar a la producción y castigar a la especulación financiera; para de
verdad distribuir de manera más justa la renta.
Y hablo de
“capitalismo serio”, como el que se plantea; no de medidas radicales y
anticapitalistas como las que a mí me parecen necesarias, pero a la mayoría del movimiento nacional y popular y, sobre todo al pueblo, NO.
Y hace un rato, ya bastante atragantado, tuve que soportar que el ex
jefe de Gabinete Massa-- anteriormente UCEDE—use una variante del
argumento que acabo de formular, y sostengo hace años, para CORRER POR
IZQUIERDA al gobierno que apoyo.
Muy suelto de cuerpo, afirmó que
es legítimo el reclamo de ganancias, y que no puede ser que lo pague un
trabajador que gana 10.000 pesos y no un especulador que vende y compra
100 millones en la Bolsa.
Quizá muchos de mis compañeros de lucha
pensarán que no es el momento, que ahora hay que apoyar con todo al
modelo, o que, tal vez, deba instruirme acerca de dónde está el enemigo
principal.
Conozco bien los rostros y garras de ese enemigo. Pero
no ayudamos ni apoyamos de verdad si no protestamos y seguimos dándoles
argumentos a estos farsantes. Y LO QUE ES PEOR: si no hacemos, o
postergamos, lo que hay que hacer, en el tiempo y el modo que hay que
hacerlo: apelar al apoyo y la movilización popular, sin temores. Porque
vamos a estar donde haya que estar.
O vamos por más, o ellos vendrán por todo.
Hace años que venimos diciendo que hay que aprovechar el justo reclamo (y molestia) de los trabajadores para –con su apoyo– eliminar esa medida, y reemplazar esos ingresos impositivos e incluso superarlos con creces.
¿Cómo?
Para empezar, en lugar de gravar salarios, gravar la renta financiera. A renglón seguido, algo que hace tiempo este país tiene pendiente: hacer una reforma integral del sistema financiero y tributario para que paguen los que más tienen, premiar a la producción y castigar a la especulación financiera; para de verdad distribuir de manera más justa la renta.
Y hablo de “capitalismo serio”, como el que se plantea; no de medidas radicales y anticapitalistas como las que a mí me parecen necesarias, pero a la mayoría del movimiento nacional y popular y, sobre todo al pueblo, NO.
Y hace un rato, ya bastante atragantado, tuve que soportar que el ex jefe de Gabinete Massa-- anteriormente UCEDE—use una variante del argumento que acabo de formular, y sostengo hace años, para CORRER POR IZQUIERDA al gobierno que apoyo.
Muy suelto de cuerpo, afirmó que es legítimo el reclamo de ganancias, y que no puede ser que lo pague un trabajador que gana 10.000 pesos y no un especulador que vende y compra 100 millones en la Bolsa.
Quizá muchos de mis compañeros de lucha pensarán que no es el momento, que ahora hay que apoyar con todo al modelo, o que, tal vez, deba instruirme acerca de dónde está el enemigo principal.
Conozco bien los rostros y garras de ese enemigo. Pero no ayudamos ni apoyamos de verdad si no protestamos y seguimos dándoles argumentos a estos farsantes. Y LO QUE ES PEOR: si no hacemos, o postergamos, lo que hay que hacer, en el tiempo y el modo que hay que hacerlo: apelar al apoyo y la movilización popular, sin temores. Porque vamos a estar donde haya que estar.
O vamos por más, o ellos vendrán por todo.
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