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lo que defiendo, lo que muchos defendemos, no es un nacionalismo pelotudo... sino un par de ideas, resignificadas hoy, libertad e igualdad... ideas profundamente mestizas aquí en Abya Yala, y aunque respeto toda otra posición cultural-política, creo, sinceramente, que es desde esta Gran Tierra, unidos, en comunidad, aceptando profundamente nuestra realidad mestiza -el uno- es que el Abya Yala florecerá... y que todos los enormes esfuerzos de Occidente por destruirnos, por separarnos, por vulnerarnos y conquistarnos, demostrarán inversamente la magnificencia de nuestra sonrisa, de nuestro futuro... por los Padres Libertadores del Pasado, Por los Hermanos Libertadores de Hoy, por Nosotros y los que Vienen... SUMAQ KAWSAY!... y eso tal vez parezca anárquico...pero tal vez esta anarquía sea un nuevo orden... opuesto al actual, sin dejar de reconocer lo alcanzado... por todos...

viernes, 6 de julio de 2012

Lo beatnik




Isabel de Sebastián, aquella cantante de Metrópolis, la que era mi amiga antes cuando militabamos y después fuimos amigos sin militancia y ahora somos militantes sin amigos, siempre trataba, furiosa y caprichosamente de relacionarme a mí con otro ente de similares características reprochables, con esa otra cara de la moneda de 5 centavos que nadie ni levanta del suelo en la parada del bondi, con el enano gruñón, el quilombero, el ahora pelado y gordo, el que tiene voz de frenada con lata y micrófono de AM y el que te argumenta con fechas y números sin aparente sentido, para terminar enterándote al otro día, ya en la fuente confiable del mundo, la Wikipedia, que sí, tenía razón y que sí, el primo abuelo del amigo de Perón, en Kansas, había dicho aquello del peronismo y hablaba de Evita más o menos 400 años antes de que el Mago de Oz llegue con su oropel y sustancia a decirnos que el mundo, el mundo era este ring de boxeo.


Isabel, te decía aunque no te importa, trató siempre de generar algo tipo, no sé, Kerouac-Bukowsky, Hunter Thompson-Ginsberg, y otras ucronías caprichosas que podrían ser Carrasco-Hank, Hank-Lantos, y Palma-Carrasco, aunque esta última sería técnicamente imposible porque al menos, no estamos sobrios, habitualmente, y sin que sea una condición ningún aditivo externo: nosotros vivimos borrachos de vida, drogados de sexo y alucinados de la suerte imposible que tenemos de ser libros sin canto, gordos cancheros, peludos olorosos con pitos cortos y sin embargo, tu mujer nos admira y nos sueña, tu hermana no nos quiere dar, no de nuevo, y vos, maricón encajonado en el armario, si te quisieras hacer anear, nos buscarías a nosotros, si es que a nosotros, justo ese día, se nos diera, por el simple hecho de escribir un posteo, una anécdota o una miseria secreta pública y privada, contar que fuiste una reina.


Claro.
Isabel, que sabe sobre la historia de EUA y de la de acá, nos adora, nos augura destinos trágicos, y nos reímos de todos ellos, de EUA, de Isabel, pero de Isabel Perón y te discutimos que el mundo finalmente es cuadrado, lo sostienen cuatro elefantes de La Cámpora y Máximo nos llama todos los putos días para contarnos el horóscopo, a las 11 de la mañana, mientras nuestras doncellas nos liban los pies succionandonos los dedos gordos como si fueran nuestras pistolas, siendo, nuestros dedos gordos, más grandes que nuestras pistolas.


Pero Lucas mide 20 centímetros menos que yo, que mido dos metros diez, entonces, pierde en esta comparación.
Este posteo, como muchos otros, ocultos, visibles, mágicos, misteriosos y de bandas de sonido de la revolución que no queremos dar (en verdad, no queremos hacerlo) tiene que ver con un poco de todo.
Tiene que ver con la revancha, la venganza, el odio de clase, la culpa, el dinero, el amor, la desgracia, la fantasía, la risa, la burla que le hacemos a las tardes por entrometerse entre la mañana y la noche y la noche misma, que se empeña en ser breve.


Este posteo, tiene que ver también con una anécdota que nunca contaré, porque sé que no se la va acordar ni siquiera el Soldado Carrasco, ese que por su crimen muchos nos salvamos, jé.
Y tiene que ver con una anécdota que incluye al petiso gruñón, al gordo canchero, a la inmensa y claustrofóbica noche, a los taxis que no llevan gente, a los libros que el petiso siempre lleva debajo del brazo y jamás lee, y a las camisas que siempre simulan estar a punto de estallar.
Tiene que ver con esa historia y esa confesión, los ojos empapados de lágrimas y una risa final diciendo, entre guturales sonidos del más allá, que no le iba a dar el gusto.


Este posteo también tiene la intención clara y marcada de que Nac & Pop, nuestra nueva base de operaciones, nuestra Puerta de Hierro, nos banque los panchos y las Cunningtons y las birritas y el mini fernet ese que el otro día tomaba Lucas y parecía un Fernet hecho a medida.
HIJOS DE PUTA, REGALEN VAUCHERS A LOS PIBES.


Es que sí, con Lucas no hacemos nada "de casualidad" y nada deja de ser premeditado: aunque no lo premeditemos, luego recogemos los pedazos del suelo y nos damos cuenta que con eso, nos hacemos los abrigos que nunca estarán a la moda pero que tendremos únicamente nosotros.



Y como somos kirchneristas y nos damos los gustos en vida, es que con Lucas, nos homenajeamos en vida, mucho antes de morir, o porque sabemos enfáticamente que mañana podemos estar muertos.
Y eso, no nos importa.


Pero sí, nos importa que si no nos homenajeamos nosotros y hablamos bien de nosotros entre nosotros, nadie lo va a hacer.
¿Querés saber por qué?


Preguntale a tu novia.


H.

fuente: UDN

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