Entrevista al crítico y escritor Ricardo Piglia acerca de las relaciones entre literatura y realidad política.
Por Luciana Sousa
El crítico, escritor y docente, Ricardo Piglia brindó el miércoles 22
de mayo una charla en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA,
invitado por el Movimiento Universitario Evita. Ante más de 200
personas, el escritor reivindicó el espacio universitario como espacio
político, y sugirió que de allí tendrían que impulsarse las medidas
innovadoras en el campo literario. Insistió en que la disputa política
está hoy vinculada estrechamente al uso de las nuevas tecnologías y a
las posibilidades que brindan los nuevos medios de comunicación e
información. “Si hubiésemos tenido esta democratización de medios y
tecnología durante la dictadura, no hubiese habido 30.000 desaparecidos.
Les hubiese costado muchísimo esconder lo que estaba pasando”, afirmó.
Previo a la charla, Piglia charló con Agencia Paco Urondo.
APU: ¿Existe la posibilidad de hacer una literatura que interpele al campo popular? ¿Qué tipo de género funcionaría?
Ricardo Piglia: Yo creo que sí. Hay mucha tradición aquí de
literatura que ha trabajado con esas cuestiones y ha tratado de llegar a
ese público. Yo tengo la sensación de que esos caminos son mejores si
uno trabaja con la no ficción. Creo que las historias de vida, la
posibilidad de que el campo popular encuentre su voz, que Walsh lo
abrió, y muchos con él, es más eficaz, más directo. Se puede hacer
colectivamente: un grupo puede acercarse a una villa a buscar una
historia de vida. Mientras que en una novela, o mediante tradiciones más
elaboradas, con lecturas menos directas, son siempre más difíciles. Es
difícil que vos encuentres una novela que pueda hacerlo: si vos la
encontrás, voy a ir a escribir una igual. Pero va a ser difícil que la
encuentres, porque ha habido novelas de denuncia y demás pero han
circulado en espacios muy cerrados.
Mi perspectiva es que sería interesante llevar adelante, utilizando
todos los medios nuevos, formas nuevas de acercamiento y divulgación de
experiencias de vida.
AGENCIA PACO URONDO: Siempre en el marco del realismo.
RP: Yo creo que eso va a ser mucho más eficaz. Me parece mucho más
complejo, mucho más difícil lograr que eso pueda canalizar en una
ficción, porque la ficción supone un tipo de lector particular. Las
tecnologías nuevas nos permiten formas que todavía están abiertas. Y hay
experiencias que se podrían tomar como base: la experiencia de los
soviéticos en los años 20 que desarrollaron toda una serie de textos por
ese lado. Ellos la llamaban “literatura fáctica”, que es la literatura
del hecho. Ellos decían “para qué hacer una novela sobre una fabrica
ideal si podemos ir a una fábrica y hacer esa novela, sobre la base de
la realidad”. Esa es para mí la perspectiva, y creo que es la tarea que
hay que proponer desde aquí (la universidad), a través de los
estudiantes de letras. Ellos tendrían que ser los que promoverán e
incentivaran a este tipo de experiencias.
AGENCIA PACO URONDO: A partir de la entrevista aquella que le hiciera a Rodolfo Walsh, ¿qué variaciones cree que se fueron dando entre la militancia y la literatura?
Walsh en aquel momento decía que no se puede hacer literatura aislado
de la política. Él tenía una respuesta, él estaba haciendo en ese
momento el periódico de la CGT. Y ahí él publicaba como folletín ¿Quién
mató a Rosendo? que era su investigación sobre un delito del ámbito
sindical. Él se ocupaba de que estuviera muy bien escrito y la gente que
trabajaba con él era muy buena. En ese contexto volvemos a lo que yo
decía antes.
Quizás hoy hemos pasado esa etapa de reflujo, hemos pasado a una
etapa de desarrollo y de auge, y siempre ha sido la etapa de desarrollo y
de auge la que ha impulsado a los intelectuales. Cada experiencia que
puedan ver, desde Tucumán arde, la experiencia de los plásticos; la
película de Solanas, La hora de los hornos; las experiencias de teatro
en villas de Briski; han sido posibles porque había un contexto social
de movilización que permitía que los artistas se acercaran y
establecieran esas conexiones. Es muy difícil que por sí mismo un
escritor o un artista puedan intervenir en el campo popular sin la
mediación de formas políticas desarrolladas en esos campos. La
militancia ayuda porque crea espacios dentro de los cuales es posible
realizar trabajos artísticos “de agitación y propaganda” como decían los
rusos. El problema después es con qué medios realizarlo, como
discutíamos antes, y me parece que es una cuestión que aquí, en la
Universidad, deberíamos discutir: con qué técnica se llevaría a la
práctica este trabajo artístico.
fuente: LPU
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lo que defiendo, lo que muchos defendemos, no es un nacionalismo pelotudo... sino un par de ideas, resignificadas hoy, libertad e igualdad... ideas profundamente mestizas aquí en Abya Yala, y aunque respeto toda otra posición cultural-política, creo, sinceramente, que es desde esta Gran Tierra, unidos, en comunidad, aceptando profundamente nuestra realidad mestiza -el uno- es que el Abya Yala florecerá... y que todos los enormes esfuerzos de Occidente por destruirnos, por separarnos, por vulnerarnos y conquistarnos, demostrarán inversamente la magnificencia de nuestra sonrisa, de nuestro futuro... por los Padres Libertadores del Pasado, Por los Hermanos Libertadores de Hoy, por Nosotros y los que Vienen... SUMAQ KAWSAY!... y eso tal vez parezca anárquico...pero tal vez esta anarquía sea un nuevo orden... opuesto al actual, sin dejar de reconocer lo alcanzado... por todos...
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