Raúl Zibechi
Programa de las Américas
“Si nosotros
no nos ocupamos de la paz y la seguridad del Atlántico Sur, otros se
van a ocupar. Y no de la manera que nosotros deseamos: con una visión de
países en desarrollo que repudian cualquier actitud colonial y
neocolonial”, dijo el ministro de Defensa de Brasil, Celso Amorim,
durante la VII Reunión Ministerial de la Zona de Paz y Cooperación del
Atlántico Sur (ZOPACAS) realizada el 15 y 16 de enero en Montevideo[1].
En la misma
reunión, el canciller brasileño Antonio Patriota dijo que el mundo
camina hacia una multiplicidad de centros de poder y que “está en curso
un proceso de difusión del poder mundial, con el reconocimiento
creciente del papel que está siendo desempeñado por los países en
desarrollo”. Agregó que es imperioso “preservar el Atlántico Sur de la
introducción de armas nucleares y otras armas de destrucción en
masa”[2].
Brasil y sus
aliados en la región, incluyendo a sus amigos africanos, decidieron
revitalizar un instrumento como la ZOPACAS que durante largo tiempo no
jugó ningún papel. La alianza de 24 países atlánticos sudamericanos y
africanos incluye dos países que integran los BRICS (Brasil y Sudáfrica)
y Argentina que integra el G-20, y fue revitalizada ante los
vertiginosos cambios que está viviendo el mundo, la crisis que atraviesa
Guinea Bisau[3] y la inestabilidad en República Democrática de Congo.
De este modo
los países con más visión estratégica como Brasil buscan seguir
abriendo espacios para el multilateralismo, ante el avance de la
política de Washington que consiguió que algunos países del Pacífico
establezcan la Alianza del Pacífico para dificultarle a Brasil una
salida fluida a ese océano. La creación de la Alianza del Pacífico en
abril de 2011, y formalizado el 6 de junio de 2012, entre México,
Colombia, Perú y Chile es, como señala el economista peruano Oscar
Ugarteche, “un contrapeso a la influencia brasileña en Sudamérica”[4].
En opinión
del economista, los tres gobiernos sudamericanos tienen en común no
haber firmado el acta de constitución del Banco del Sur, no tener
acuerdos comerciales con el Mercosur del cual son sólo observadores,
tener TLCs firmados con Estados Unidos y carecer de un sector industrial
nacional significativo. Ugarteche concluye que el nuevo bloque “sirve
no para competir sino para bloquear” la integración regional que propone
la Unasur.
Cooperación Sur-Sur
La Zona de
Paz y Cooperación del Atlántico Sur fue creada el 27 de octubre de 1986
por iniciativa de Brasil con el apoyo de Argentina, en momentos en que
ambos países estaban gobernados por fuerzas conservadoras, José Sarney y
Raúl Alfonsín eran los presidentes. Está integrada por 24 países en los
que se hablan cuatro lenguas oficiales: español, portugués, inglés y
francés[5]. El objetivo es la cooperación y mantener al Atlántico Sur
sin armas nucleares.
La
constitución de la ZOPACAS fue aprobada por Naciones Unidas con los
votos en contra de Estados Unidos, Bélgica, Francia, Italia, Japón,
Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y Alemania. Aunque en los hechos la
nueva alianza estaba orientada contra la presencia soviética en el
Atlántico Sur, la negativa de los países del Norte muestra un claro
rechazo a la cooperación Sur-Sur.
Por el
contrario, la creación de organismo internacional fue apoyada con
entusiasmo, por los sectores nacionalistas y en particular por el
pensamiento estratégico de Brasil. Guilherme Sandoval Góes, coordinador
de la División de Asuntos Geopolíticos y Relaciones Internacionales de
la Escuela Superior de Guerra, concluyó que Brasil dio un paso
significativo para neutralizar la estrategia continental de Estados
Unidos al crear la ZOPACAS.
En un
trabajo publicado en la revista teórica de ese centro, dijo que la
alianza “tiene un importante papel para neutralizar una posible
iniciativa de Estados Unidos de crear la Organización del Tratado del
Atlántico Sur (OTAS), que consolidaría la hegemonía norteamericana en
esta importante región geo-estratégica”[6].
Para evitar
la subordinación geopolítica de la región, defiende “el liderazgo
benigno brasileño en América del Sur”, lo que convierte a la región en
“espacio vital para el fortalecimiento internacional de Brasil” y su
inserción multipolar en varios frentes de cooperación internacional con
la Unión Europea y el bloque asiático[7]. Si estos pasos no se
concretaran, Sudamérica sería apenas un objeto de la explotación
económica de Washington sin autonomía política.
Sin embargo,
desde su creación la ZOPACAS tuvo escasa actividad. Muchas dificultades
conspiran contra la posibilidad de convertirla en un foro dinámico y
resolutivo. La presencia de 21 países africanos que hablan cuatro
idiomas y pertenecen a alianzas regionales diferentes, ha sido el
principal obstáculo a superar. Hacia seis años que no se reunía y es la
primera vez que acuden ministros de defensa.
En diciembre
de 2010 la cancillería organizó una Mesa Redonda en Brasilia con el
objetivo de revitalizar la ZOPACAS. Se identificaron áreas para el
desarrollo de proyectos comunes: “mapear y explorar los fondos marinos,
proteger y preservar los recursos del mar, transporte marítimo y aéreo,
seguridad portuaria, cooperación en defensa y combate a crímenes
transnacionales”[8].
Despegarse del Norte
Como se
sabe, en los últimos años la mayor parte de los países sudamericanos
vienen construyendo diversos espacios de integración y coordinación
económico, política y militar como el Banco del Sur, Unasur y el Consejo
de Defensa Suramericano (CDS). Este proceso se aceleró con la crisis
mundial y el descubrimiento de grandes reservas de petróleo y gas en
Venezuela y el mar de Brasil.
Uno de los
ejes de la defensa de los países sudamericanos pasa por el Atlántico. El
canciller Patriota, de Brasil, recordó en la reunión de Montevideo que
el Atlántico tiene cada vez mayor importancia “por el descubrimiento de
enormes reservas minerales y petrolíferas”, por sus abundantes recursos
en biodiversidad y porque “el 95% del comercio exterior brasileño pasa
por ese océano”[9].
La seguridad
de cada uno de estos países, y Brasil es la sexta economía del mundo,
pasa por evitar que otras potencias se hagan presentes en el Atlántico
Sur. Por eso la reacción de Brasil a las pretensiones de la Cumbre de
Lisboa de la OTAN, celebrada el 19 y 20 de noviembre de 2010, que supuso
el reconocimiento de que la alianza militar se ha convertido en una
fuerza con vocación de intervención global[10].
Brasil
respondió ante lo que consideró una posición militarista de Estados
Unidos. El 10 de setiembre el ministro de Defensa Nelson Jobim mostró su
preocupación por el riesgo de que la OTAN pueda realizar incursiones
armadas en el Atlántico Sur, al que definió como “área geoestratégica de
interés vital para Brasil”[11]. El ministro fue claro al señalar que es
necesario separar las cuestiones del Atlántico Norte de las del Sur,
que merecen “respuestas diferenciadas, tanto o más eficientes y
legítimas cuanto menos involucren a organizaciones o Estados extraños a
la región”.
Aseguró que
las razones por la cuales se creó la OTAN “dejaron de existir” ya que
desapareció la amenaza que representaba la Unión Soviética. Denunció que
la OTAN se convirtió en “instrumento para el avance de los intereses de
su miembro principal, los Estados Unidos”, y criticó de modo frontal
“la extrema dependencia europea de las capacidades militares
norteamericanas en el seno de la OTAN”, lo que le impide “constituirse
en un actor geopolítico a la altura de su peso económico”[12].
El 3 de
noviembre, en la apertura de la VII Conferencia de Seguridad
Internacional Fuerte de Copacabana (Rio de Janeiro), patrocinada por la
Fundación Konrad Adenuer de Alemania, el ministro de Defensa Nelson
Jobim dijo que Brasil y Sudamérica no pueden acepar que Estados Unidos y
la OTAN “se arroguen” el derecho de intervenir en cualquier parte del
mundo y, de modo particular, de “cortar la línea” que separa al
Atlántico Norte del Sur[13].
Rechazó la
idea de “soberanías compartidas” sobre esta región que maneja el
Pentágono: ¿Cuál es la soberanía que Estados Unidos quiere compartir, la
de ellos o la nuestra?”. Dijo más: “No seremos aliados de Estados
Unidos para que ellos mantengan su papel en el mundo” y aseguró que “la
política internacional no puede ser definida a partir de la perspectiva
que convenga a los Estados Unidos”[14].
Rechazó
conversar sobre el Atlántico Sur con un país que ni siquiera acepta la
soberanía marítima brasileña de 350 millas, reconocida por Naciones
Unidas. Jobim defendió que Brasil y los demás países sudamericanos
“construyan un aparato disuasorio para enfrentar las amenazas
extra-regionales”, que es uno de los ejes de la Estrategia Nacional de
Defensa de Brasil, capaz de enfrentar todo tipo de desafíos,
diplomáticos y militares, convencionales o no.
Cooperación y negocios
El Plan de Acción de Montevideo,
aprobado en el VII Encuentro Ministerial de la ZOPACAS, define siete
áreas de trabajo inspiradas en las mismas directrices definidas por la
Mesa Redonda de 2010. En el área de Defensa hace un llamado a los países
miembros a “fortalecer sus capacidades navales y aéreas” y promueve la
realización de “ejercicios militares conjuntos en el Atlántico Sur”[15].
En paralelo,
el ministro Celso Amorim propuso a los integrantes de la alianza
“compartir la experiencia brasileña en el levantamiento de plataformas
continentales, capacitación en salvamento y rescate en el mar,
operaciones de paz y vigilancia marítima”[16]. Debe recordarse que entre
los países africanos del Atlántico hay algunos de los principales
productores de petróleo del mundo, como Nigeria y Angola.
Si los
acuerdos avanzan tal como está previsto y si la Marina de Brasil
continúa su constante proceso de modernización y expansión, la ZOPACAS
puede convertirse (al igual que la Unasur y el CDS), en piezas de un
paraguas regional que garantice su independencia. La intervención
unilateral de un país del Norte, como Francia en Mali, por poner un
ejemplo reciente, es algo que Brasil y Argentina quieren evitar.
Por eso el
canciller Patriota dijo en Montevideo, en referencia a la situación que
atraviesa Guinea-Bisau, que “la crisis que vive hoy ese país es ejemplo
de una situación con implicaciones serias sobre el espacio del Atlántico
Sur ante el cuál no podemos permanecer indiferentes” y definió el
conflicto como “muy próximo a Brasil”[17].
Hay otras
razones para una alianza de este tipo, que no vienen en los comunicados
oficiales, como la creciente presencia económica de Brasil en África.
Sólo en Angola se instalaron 200 empresas brasileñas que en 2007 eran
responsables del 10 % del PIB[18]. La afinidades culturales, históricas y
linguísticas explican el interés de los empresarios de Brasil en los
países lusófonos africanos.
Odebrecht,
la mayor constructora brasileña y la 24ª. del mundo, tiene 20 mil
empleados en Angola, construyó la mayor hidroeléctrica del país y está
levantando un complejo agroindustrial para producir etanol, azúcar y
energía eléctrica, además de una segunda hidroeléctrica, líneas de
trasmisión, avenidas y la reforma de las redes de agua y saneamiento en
las ciudades[19].
En total son
32 emprendimientos en manos de Odebrecht que es la primera empleadora
privada del país. Lula visitó Angola tres veces en los últimos cinco
años. Desde 2000 ingresaron en el país otras constructoras como Camargo
Corrêa, Queiroz Galvão y Andrade Gutierrez, también apoyadas con
créditos del gobierno. En los últimos años Angola se convirtió en pieza
clave en la expansión de las multinacionales brasileñas.
Por eso los
medios especializados en Brasil se congratularon por la revitalización
de la ZOPACAS, que consideraron “uno de los mayores triunfos de la
diplomacia brasileña”[20]. Aún así consideraron que se trata de un
“ambicioso movimiento” para el cual probablemente la Marina de Brasil,
la única verdaderamente importante en el Atlántico Sur, aún no esté
preparada para enfrentar.
Raúl Zibechi es
analista internacional del semanario Brecha de Montevideo, docente e
investigador sobre movimientos sociales en la Multiversidad Franciscana
de América Latina, y asesor a varios grupos sociales. Escribe el
“Informe Mensual de Zibechi” para el Programa de las Américas
www.cipamericas.org/es.
Recursos
Defesanet, “ZOPACAS ou Mar Brasilis I”, 18 de enero de 2013, enhttp://www.defesanet.com.br/defesa/noticia/9354/DN—ZOPACAS-ou-MARE-BRASILIS—Lula-e-o-MD
Guilherme Sandoval Góes, “Por onde andará a Grande Estrategia Brasileira?”, Revista da Escola Superior de Guerra, Rio de Janeiro, julio-diciembre, 2008
Ministerio de Defesa, “ZOPACAS. Amorim propõe ações para fortalecer cooperação em Defesa”, Montevideo, 16 de enero de 2013.
Ministerio de Defesa, “Texto-base do discurso de Ministro Antonio de Aguiar Patriota”, Montevideo, 15 de enero de 2013.
Oscar Ugarteche, “El Bloque del Pacífico desde la integración estratégica”, 26 de abril de 2011 enhttp://alainet.org/active/46100
[1] Ministerio de Defesa, “ZOPACAS. Amorim propõe ações para fortalecer cooperação em Defesa”, Montevideo, 16 de enero de 2013.
[2] Ministerio de Defesa, “Texto-base do discurso de Ministro Antonio de Aguiar Patriota”, Montevideo, 15 de enero de 2013.
[3] El
13 de abril de 2012 un grupo militar sublevado secuestró tanto al
exprimer ministro Carlos Gomes Júnior como al presidente en funciones,
Raimundo Pereira, antes de que se celebrara la segunda vuelta de las
elecciones presidenciales.
[4] Oscar Ugarteche, “El Bloque del Pacífico desde la integración estratégica”, 26 de abril de 2011 enhttp://alainet.org/active/46100
[5] Por
orden alfabético son: África del Sur, Angola, Argentina, Benin, Brasil,
Cabo Verde, Camerún, República del Congo, Costa de Marfil, Gabón,
Gambia, Ghana, Guinea, Guinea-Bisau, Guinea Ecuatorial, Liberia,
Namibia, Nigeria, República Democrática del Congo, Santo Tomé y
Príncipe, Senegal, Sierra Leona, Togo y Uruguay.
[6] Guilherme Sandoval Góes, “Por onde andará a Grande Estrategia Brasileira?”, Revista da Escola Superior de Guerra, Rio de Janeiro, julio-diciembre, 2008, p. 60.
[7] Ibid., p. 61.
[8] Ministerio das Relações Exteriores, 9 de diciembre de 2010 en http://www.itamaraty.gov.br/sala-de-imprensa/notas-a-imprensa/mesa-redonda-da-zona-de-paz-e-cooperacao-do-atlantico-sul-zopacas-brasilia-6-e-7-de-dezembro-de-2010
[9] Ministerio de Defesa, 15 de enero, ob. cit.
[10] “Strategic Concept. For the Defence and Security of The Members of the North Atlantic Treaty. Organisation”, enwww.nato.int/lisbon2010/strategic-concept-2010-eng.pdf
[11] “Importante Jobim lança o Mare Brasilis”, en Defesanet, http://www.defesanet.com.br/dn/17SET10.htm
[12] Ibid.
[13] “Ministro da Defesa ataca estratégia militar de EUA e Otan para o Atlântico Sul”, Folha de São Paulo, 4 de noviembre de 2010, en http://www1.folha.uol.com.br/mundo/825261-ministro-da-defesa-ataca-estrategia-militar-de-eua-e-otan-para-o-atlantico-sul.shtml
[14] Ibid.
[15] “Plano de Ação de Montevidéu”, 16 de enero de 2013 enhttp://www.defesanet.com.br/geopolitica/noticia/9323/ZOPACAS—Plano-de-Acao-de-Montevideu
[16] Ministerio de Defesa, 16 de enero de 2013, ob cit.
[17] Agencia Angola Press, 21 de enero de 2013, enhttp://www.portalangop.co.ao/motix/pt_pt/noticias/africa/2013/0/3/Brasil-aponta-conflito-entre-maiores-desafios-Atlantico-sul,de6f6842-0d0f-4e7d-9262-ba78eba7cc11.html
[18] “Brasil testa papel de potência global em Angola”, BBC, 17 de setiembre de 2012 enhttp://www.bbc.co.uk/portuguese/noticias/2012/09/120917_angola_especial_abre_jf.shtml
[19] “Laços com presidente e obra durante a guerra marcam atuação da Odebrecht em Angola”, BBC, 20 de setiembre de 2012, enhttp://www.bbc.co.uk/portuguese/noticias/2012/09/120917_odebrecht_angola_sub1_jf_ac.shtml
[20] Defesanet, 18 de enero de 2013, en http://www.defesanet.com.br/defesa/noticia/9354/DN—ZOPACAS-ou-MARE-BRASILIS—Lula-e-o-MD
fuente: De Política e Historia
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